Buscando un as bajo la manga
Casi un mes después de salir de la prisión, Antauro Humala establece redes con José Vega (UPP) y mineros informales del sur del país.
“Mi familia está nerviosa, mis abogados están nerviosos, pero yo no estoy nervioso”. Antauro Humala llevaba 24 horas en Andahuaylas cuando un periodista le preguntó si no había sido un lapsus excesivo aquel desplante al INPE (“Yo no hago cojudeces”, dijo sobre el supuesto trabajo de manualidades que cumplió estando preso).
Esa respuesta no fue el único arrebato que ha tenido Humala desde que salió en libertad, el 20 de agosto, luego de más de 17 años preso por diversos delitos cometidos durante el ‘andahuaylazo’ del 2005. De hecho, en Andahuaylas, una de las primeras paradas de su ‘gira’, quedó demostrado que su discurso radical no se ha moderado con los años y el cautiverio.
Son en realidad una reedición de las promesas de siempre: pena de muerte para presidentes corruptos, expulsión masiva de migrantes venezolanos, nacionalización de empresas en sectores claves, cambios en la Constitución. De hecho, en esa misma conferencia lanzó por los aires un ejemplar de la actual Carta Magna.
A esta ciudad apurimeña llegó el sábado 10 de setiembre. Lo primero que llamó la atención fue que apareció con uniforme militar y que, entre un mitin y otro, hizo el mismo recorrido que realizó la madrugada en la que tomó por la fuerza la comisaría de la ciudad.
Esta vez, cuando pasó por el local policial –que tenía más resguardo que de costumbre, por si acaso–, lo hizo cargado en hombros por un grupo de reservistas, orgulloso de haber dirigido un episodio que acabó con la muerte de seis personas. “Bajas de combate”, las llama él.
Esos seguidores no aparecieron en Andahuaylas espontáneamente. Apenas salió de la cárcel, Humala eligió como base de operaciones la casa de un familiar en la playa Los Lobos, al sur de Lima. Allí convocó a reservistas de todo el país. Hubo celebraciones, homenajes, marchas al estilo militar y, sobre todo, instrucciones para el futuro.
En el corto plazo, Humala visitará varias regiones sureñas (al cierre de esta edición, recorría Cusco), y luego el centro del país. En el mediano plazo, ha anunciado que convocará a “la tropa etnocacerista” para una protesta en Lima. En el largo plazo, como dijo a la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú, hará “todo lo posible” por ser presidente.
Para eso, necesitará aliados y parece estar buscándolos. Su círculo más cercano lo componen su esposa, Ina Andrade, y el hijo de esta, Ricardo Repetto, además del militar en retiro Marco Vizcarra, conocido como ‘Paiche’, quien también estuvo preso tras el ‘andahuaylazo’, y algunas otras personalidades que lo rodean.
En esta ‘gira’, sin embargo, ha llamado la atención la presencia de ciertos personajes. Uno de ellos es José Vega, presidente del partido Unión por el Perú, con quien el antaurismo ya intentó –y fue un fracaso– obtener curules en el Congreso años atrás. Aunque Vega no habla en los mítines, siempre está detrás, como una sombra (también llegó con ropa de militar a Andahuaylas).
Humala t ambién ha sostenido un encuentro con Hernán de la Cruz Enciso, dirigente de mineros informales que ha encabezado anteriormente fuertes protestas en el sur del país. Aquel día, en Lambrama (Abancay), el etnocacerista dijo frente a un grupo de comuneros: “He visto explotaciones de minería artesanal, y me ha dado gusto”. Suena a un claro guiño hacia quienes quizá sean sus nuevos compañeros de esta nueva ruta.
NO QUIERE CRÍTICOS
En sus discursos, Antauro Humala no ha dejado de fustigar a la prensa, en especial a la que lo cuestiona.
En Andahuaylas, se refirió a los medios de prensa limeños como “todas esas basuras”.
El viernes 16, dijo en una entrevista: “Los voy a desaparecer del mapa; sí, los estoy amenazando [a los medios de prensa]”.
REACCIONES
Es cierto que la mayor parte de la población de Andahuaylas mantiene cierta simpatía por Antauro Humala, pero t ambién es cierto que hay quienes hasta hoy lo cuestionan por la toma de la comisaría en el 2005.
El capitán PNP en retiro Jorge Martínez, uno de los rehenes de Humala durante la toma del local policial, se mostró indignado por el recorrido que este hizo tras haber salido de prisión.
“No es un político, es un fanático. Quiere generar zozobra y está azuzando a los reservistas. Nada bueno va a suceder”, dijo Martínez.
El mayor PNP en retiro Miguel Canga, quien en el 2005 era comisario en Andahuaylas, también se mostró indignado. “Ni siquiera pide perdón a esas seis familias que enlutó; al contrario manifiesta estar orgulloso. Solo una persona desquiciada habla así. Yo quisiera preguntarle si de algo sirvió realizar dicho hecho”, comentó.
“No es un político, es un fanático. Quiere generar zozobra y está azuzando a los reservistas”. Jorge Martínez Capitán PNP en retiro