“Un país civilizado depende de tener normas estables”
Constitucionalista
La Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Católica de Santa Maríasepreparaparaacoger, entre el 20 y el 22 de este mes, el XV Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional. El evento, que contará con juristas de 18 naciones distintas, es impulsado por la Asociación Peruana de Derecho Constitucional y el Institutoiberoamericanodederecho Constitucional. Por ello, conversamos con Domingo García Belaunde, jurista, constitucionalista y catedrático universitario que forma parte de la organización.
—¿Qué temas se ve obligado a enfatizar el Congreso de acuerdo al contexto en el que vivimos?
Yo diría que la relación entre poderes y el juicio político. El problema de la materia constitucional es que está tan ligada al mundo político que mucha gente se siente en obligación de opinar. Eso es bueno y es malo: bueno porque demuestrainterés,peromalo porque nacen opiniones que carecen de documentación. El derecho constitucional es unadisciplinaquesiempreha existido, pero ha ido tomando relevancia política. La sociedad se ha dado cuenta de que un país civilizado y democrático depende de tener normas estables.
—Es ineludible hablar del proceso chileno por una nueva Constitución. ¿Se abordará el tema?
Por supuesto. Vienen al congreso cuatro juristas chilenos queestánafavordeunanueva Constitución, y que están muy desilusionados por cómo el tema ha desembocado. La idea era reemplazar la Constitución del año 80 por una más ordenada, moderna y democrática, pero terminaron haciendo un sancochado... ¡500 artículos! ¡Deshaciendo las instituciones! Era una cosa inmanejable.
—¿Convendría que el Perú pase por un proceso similar al chileno?
Creo que no, pues no hemos llegado a la situación de Chile, donde hubo una explosión social en el 2019. La gente cree que cambiando la Constitución va a haber mejor salud, comida, transporte, y eso es falso. Si quieren cambiar la Constitución, que hagan un proyecto con una comisión degentedelparlamentoyque lo destinen para más adelante. Todo es renovable, reformable, mejorable, pero con calma y no con precipitación. (Álvaro Vivanco)