CÓDIGO PENAL
En la vivienda ubicada en el jirón Risso 137, en Lince, un perro vivía una agonía día a día: abandonado en el techo, sin agua ni comida. La parálisis en sus patas traseras le impedía escapar.
La noche siguiente al día en que fue salvado, el 23 de julio del año pasado, el can, llamado Hope por sus propios socorristas, murió en una unidad de cuidados intensivos. Los reportes veterinarios constataron el grave daño que había sufrido.
Tras su muerte, se le realizó una autopsia, la cual reveló que su estómago e intestino no tenían restos alimenticios. No obstante, se hallaron arena, una piedra e incluso madera, las cuales trató de comer para saciar un poco su hambre.
“Ese perro no había comido por lo menos por 48 horas”, evidenció Jhon Islay, médico veterinario que evaluó el cuerpo del animal.
—Sin resolución—
La primera vez que se supo sobre Hope fue un 17 de julio del 2021, cuenta Heydi García, miembro de Cambia, un grupo vecinal de Lince. Aunque buscaron apoyo de la policía, la intervención demoró cinco días.
Cuando present ar on la denuncia en la comisaría para rescatar al animal –narra García–, esta no fue aceptada. Sin embargo, la organización de rescate ani
En el país se sanciona la crueldad contra un animal con “pena privativa de libertad no mayor de tres años y con cien a ciento ochenta días multa”.
Hope fue abandonado en un tejado, sin agua ni comida. Falleció un día después de ser rescatado. Hasta la fecha nadie ha sido sancionado.
mal Adogtados inició, meses después, una denuncia penal hacia los que resulten responsables.
Aunque inicialmente el caso fue archivado debido a que “no se encontró al responsable” de los actos, la Fiscalía Superior Penal de la Primera Fiscalía Corporativa Penal de San Isidro-Lince declaró nula esa disposición. Ahora, la investigación preliminar se amplió por 60 días. Además, se convocará a Yasmín Ataulluco, quien alquilaba el lugar donde Hope sufrió una crueldad que no merecía.
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