“Es muy probable que hayan sentido que había mucha participación política de mi parte”
— ¿Siente que fue un error actuar de opinólogo constante? Jeffrey Radzinsky comentó al respecto que usted “se equivocó dando comentarios de análisis político como si fuera un espectador y no un actor protagónico del ejercicio gubernamental”.
Uno se para en dos pies: puedo opinar y puedo ejecutar. Al momento de irme, hice un balance y teníamos alrededor de mil obras, entre pequeñas, medianas y grandes. Ninguna obra que se haga en esta ciudad está exenta de dificultades, porque muchas veces se hacen los expedientes técnicos y lo que se encuentra debajo ni siquiera está en los mapas de inventario de otras instituciones.
— Pero, en retrospectiva, uno podría decir que eran demasiadas intervenciones, a veces una cada día. Es muy probable que hayan sentido que había mucha participación política de mi parte, pero creo que las autoridades tienen que decir cosas, ¿no? Una autoridad no se puede esconder debajo de la mesa ni tiene que aplaudir lo que sea bueno o criticar lo que no sea positivo. Se debe buscar, en el medio de esas expresiones, la concertación.
— Además de que ya no tiene micrófonos al frente,
“Una autoridad no se puede esconder debajo de la mesa ni tiene que aplaudir”.
¿qué más cambió en su vida personal cuando dejó el cargo?
Cuando un ministro deja de serlo, le dan seguridad y movilidad por un tiempo determinado; en el caso de la municipalidad, todo acaba ese mismo día. Pero yo camino tranquilo, no tengo necesidad de que alguien me esté cuidando o llevando. La vida continúa.
— ¿Se alejó definitivamente de Acción Popular, o hay alguna posibilidad de reencuentro futuro?
Es un partido cuya doctrina para mí es muy importante y hay un respeto al pensamiento de Fernando Belaunde.
Pero ese Acción Popular de hace algunos años no es el que tenemos hoy en día. Ahora hay una pluralidad de facciones que no conversan entre sí y que están haciéndole mucho daño al partido. El hecho de no tener dirigencias claramente reconocidas lo debilitó seriamente.