Una agenda para el cambio
López-Tello
privada le quita transparencia y representatividad a la Mesa Directiva. Pero está visto que los políticos peruanos (pensemos en el pasaje Sarratea, por ejemplo) tienen una vocación por la informalidad y la semiclandestinidad. Mientras el Gobierno, con el presidente, el premier y dos o tres ministros, parece haber conformado un bloque sólido, la oposición parlamentaria hace lo posible por dividirse.
Y en este mundo de divisiones y fricciones, las autoridades responsables se echan la culpa por el accidente en el aeropuerto y el gobernador de Puno distingue a Runasur y al expresidente de Bolivia. Mientras tanto, una buena parte de la población no quiere saber nada de los temas políticos mientras las pantallas de televisión muestren las sorpresas del Mundial. La sensación que uno tiene es que hay una inmensa mayoría de personas en contra del Gobierno y del Legislativo, pero que no existen los ánimos para grandes marchas o protestas mientras la vida económica (felizmente protegida por esta Constitución) pueda continuar.
El papel de víctima de Castillo tiene un límite. Cualquier interpretación en el teatro de la política puede terminar cansando a todos. Mientras tanto, las denuncias de corrupción seguirán su curso. La frase que dijo ayer en “El País” el expresidente uruguayo José Mujica se aplica al Perú y a casi todos los países: “Estamos en un mundo sin dirección política”.
Ante la prolongada tensión entre el Legislativo y el Ejecutivo, que deriva en la vergonzosa intervención de un organismo internacional, sumado al desánimo hacia la política que respiramos en todo el territorio, ¿cómo empezamos el cambio? Una propuesta: proporcionando conocimiento (herramientas) y promoviendo la incidencia informada de todos los sectores de la sociedad, empezando por los jóvenes, para lograr la fiscalización y el seguimiento conjunto de la gestión de las nuevas autoridades locales.
Con este objetivo, Propuesta País, plataforma plural de gestores públicos, junto a la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP –que ofreció el soporte académico– y la Fundación Friedrich Naumann, lanzaron el mes pasado la iniciativa ‘¿Cómo cambiamos Lima?’, un proyecto piloto delimitado, en primera instancia, a un territorio específico: Lima Metropolitana.
Así, jóvenes de 20 casas universitarias pasaron por un proceso de desarrollo de capacidades sobre el funcionamiento del Estado, finanzas públicas, mecanismos de participación ciudadana, políticas públicas con énfasis en el territorio metropolitano e incidencia política, a cargo de reconocidos gestores y exgestores públicos de Propuesta País.
En este proceso, los jóvenes priorizaron seis ejes problemáticos: 1. Salud, 2. Seguridad ciudadana, 3. Lucha anticorrupción, 4. Transporte, 5. Hábitat, vivienda y saneamiento y 6. Seguridad alimentaria. Cada eje conllevó el análisis de subtemas por los que empezar a trabajar, para luego proponer acciones de incidencia en juntas vecinales en coordinación con la PNP, mejorar la infraestructura para el ciclista, mejorar los hábitos alimenticios, aumentar la cantidad de áreas verdes, evitar la pérdida y desperdicio de alimentos; así como iniciar campañas para generalizar el rechazo de la corrupción entre la ciudadanía; medidas que presentaron a más de una decena de autoridades electas y congresistas por Lima.
Pero una agenda para el cambio requiere de compromiso y de trabajo colaborativo y sostenible. Es por ello que los jóvenes, además de comprometerse a realizar incidencia sobre los tomadores de decisiones para que estos realicen mejor su trabajo, han propuesto a los demás sectores de la sociedad un Plan de Acción y un Cronograma 2023.
Este incluye convocar a mesas de trabajo multiactor (sector público, privado, especialistas), así como elaborar informes de seguimiento y nivel de cumplimiento a la gestión, poniendo énfasis en las obras públicas, además de generar congresos y conversatorios que promuevan la participación de más jóvenes y el sector académico, entre otras acciones.
Propuesta País apuesta por espacios de encuentro plural, que partan del cómo cambiar nuestras ciudades y de una profunda reflexión que conlleve a la acción. Jóvenes: empecemos esta ruta al cambio. ¡Vamos a cambiar Lima, vamos a cambiar el país!
“Jóvenes: empecemos esta ruta al cambio”.