Los nuevos retos de Denise Arregui
Televisión y teatro La actriz habla sobre lo que significa conducir y renovar “Presencia cultural”, y de su papel en “Hermanas”, obra que se repone en el C. C. PUCP.
La cultura no descansa y una de sus representantes peruanas parece querer seguir ese ejemplo. Hablamos de la actriz y presentadora de televisión Denise Arregui, quien en estos momentos balancea exigentes labores como ser, desde el último fin de semana, la nueva conductora del programa “Presencia cultural” y actuar en la reposición de la obra “Hermanas”, que vuelve el sábado 1 de abril.
En diálogo con El Comercio, Arregui resaltó la gran responsabilidad que significa suceder a Ernest o Her moza en la conducción deli cónico programa, desaparecido en el 2020. “Es una oportunidad para revivir un espacio que durante mucho tiempo se dedicó a promocionar y difundir el arte, que es algo que se extraña mucho en la televisión de señal abierta”, afirmó la experimentada presentadora.
Sin embargo, re marcó que el nuevo programa no será exactamente igual al que estábamos acostumbrados, y que buscarán darle un lenguaje audiovisual más dinámico y atractivo .“Bajo la direcciónde Ernest o ,‘ Presencia cultural’ era más un programade conversación, de entre vistas extendidas –señaló–. Nosotros vamos a cambiar mucho ese forma to. Estamos llevándolo más ala calle, visitando espacios públicos o de creación, con la intención de ver al artista en su espacio”.
La conductora sostuvo que el norte del programa será abarcar temáticas que convoquen a todos los peruanos. “Si el programa se produce en la capital, claramente la gran tendencia será por cubrir cosas que suceden acá. Creo que es un reto importante expandirnos para mostrar lo que sucede en otras regiones”, consideró.
– Sobre las tablas–
A sus objetivos con “Presencia cultural”, se suma protagonizar la obra de teatro “Hermanas”, que estrenó en julio del 2022 junto con Lucía Caravedo, y que se repondrá a inicios de abril en el centro cultural de la Pontificia Universidad Católica.
Escrita y dirigida por el dramaturgo francés Pascal Rambert, la obra gira en torno a dos hermanas con una relación enajenada. Ambas se vuelven a encontrar luego de la muerte de su madre, desatando una inevitable discusión en la que los resentimientos, odios y el amor chocan con resultados intensos y, por momentos, incluso incómodos para el espectador.
Para Arregui, la aparente simpleza de la premisa es elevada por la escritura de Rambert, quien dota a la discusión de aristas y aspectos subyacentes que pintan detalles de la vida de sus protagonistas, e invita al espectador a seguir el rastro de los hechos que llevaron a la destrucción de sus vínculos.
Esta intensidad se refleja en la relación de las actrices del montaje. “Con Lucía [Caravedo] nos hemos llegado a conocer más que con otras compañeras de escena ”, confesó Arregui. Además, señal ó que la propuesta de dirección de Pascal es altamente exigente, puesto que se basa en “cómo las palabras repercuten en el cuerpo”.
“Se volvía una cosa muy física. Su forma de escritura plantea algo así como cuchillos que nos estamos lanzando constantemente, y no es bonito sentir ese nivel de agresión”, sostuvo.
“Sin embargo, lo que nos salvaba a mí y a Lucía, y lo que finalmente también salva a estas hermanas, es el real y profundo amor entre ellas, ya que sin él no habría nada. Sería solo odio por odiar, un berrinche cojudo”, concluye Arregui.