Un cumpleaños que nadie quiere recordar
Hoy se estrena una nueva versión de “Los perros”, exitosa puesta en escena que se centra en un desencuentro familiar.
En su hora y veinte de duración ,“Los perros”, del dramaturgo argentino Nelson Valente, desmantela la felicidad. Laura (Carolina Cano) celebra sus 40 años acompañada por su esposo Rodrigo (Diego Lombardi) y los padres de este, Emilio (Augusto Mazzarelli) y Alicia (Grapa Paola). Pero hay algo que le carcome la mente, pues ese mismo día, cuando iba en el metro, un vagabundo la hizo sentir incómoda con su presencia,con sus miradas, pero sobretodo con una frase que le dijo al oído y que no se puede sacar de la cabeza. Laura empieza a creer que ese hombre le dijo la verdad.
Se trata de una reposición de la obra en el Perú, que en el 2023 estuvo en cartelera, con Emilia Drago en el protagónico. El director de esta versión, Sergio Paris (Argentina, 1965), cuenta que la vio por primeravez justo después del apande mi a en Buenos Aires. La experiencia lo marcó, y casi de inmediato empezó a planificar una versión local. “Me tocó el tema; esta sensación de qué vida estábamos llevando y si estamos aprovechando el momento y si por ahí no estábamos viviendo la vida que queremos”, dice en entrevista con El Comercio.
Al ser solo cuatro personajes en escena, cada uno necesita ser preciso para que la trama avance. Allí es clave el trabajo de Carolina Cano como Laura, que empieza la obra en silencio, pero con miradas y gestos que hablan tanto como cualquier diálogo que pudiera salir de su boca. Cuenta Paris que en este te dio del cumpleaños, de las conversacionessin importancia en una reunión protocolar, ella se pregunta por qué está allí, como si lo que la rodease no tuviera contexto.
Al presentarse en el auditorio del Centro Cultural Británico y no en el teatro, la obra tiene la posibilidad de modificar cómo la consume el espectador. Así, hay dos grupos de asientos, uno frente al escenario; el otro, detrás. Paris cuenta que se decidió por esta disposición de sitios para dar al espectador la posibilidad de sentirse como un de esta familia, alguien que participa en la discusión, incómoda como es.
El libreto de Valente da a entender cómo ha sido la vida de los personajes, que no se ve sobre las tablas, pero que se infiere con la conducta que muestran. Eso queda en evidencia con el personaje de Diego Lombardi, “un calco de su padre”, como lo describe el director. En tanto, Paola y Mazzarelli son precisos al interpretar a personas del pasado, que tienen otra forma de lidiar con los problemas, sin afrontarlos cara a cara.