Beyoncé, en clave country
“Cowboy Carter”, el más reciente álbum de la cantante estadounidense, es un arriesgado giro sonoro en su notable trayectoria.
rumores corren mientras entono mi canción”, dice Beyoncé al inicio de “Cowboy Carter”, un disco donde la conocida ‘Queen Bey’ se sumerge en las raíces negras de la música country para reinventar el pop afroamericano contemporáneo. Algunos críticos lo han calificado como una obra maestra; otros han acusado a Beyoncé de apropiarse de un género musical que no le pertenece y de traicionar su estatus de artista negra por buscar la aprobación de la comunidad country, eminentemente blanca.
El origen del disco no fue menos polémico. En el 2016, Beyoncé se presentó en los Premios de la Música Country en la ciudad de Nashvitados lle. Haciendo gala de un tradicional racismo frente a una artista negra asociada con el R&B y el hip hop, el público del evento desaprobó la actuación de Beyoncé y no dudó en demostrarsurechazoconabucheos ysilbidos.desdeaquelepisodio,empezó a planificar su venganza.
Luego del incidente, Beyoncé se dedicó a investigar las raíces negras del country, descubriendo que muchos de los pioneros de este género musical vinculado con la población blanca del oeste de los Es“muchos
El disco de ‘Queen Bey’ llega bajo el formato de un ajuste de cuentas.
Unidos eran, paradójicamente, negros. Con esta verdad bajo el brazo, Beyoncé se lanzó a escribir y grabar canciones con los timbres, instrumentos y metáforas usadas por estos pioneros, demostrándoles a sus detractores blancos que esta música también le pertenece a su comunidad.
—Nuevos horizontes—
Pero “Cowboy Carter” no es solo un disco de country que revela las raíces negras del género. Esta faceta del álbum se agota en la primera mitad de la placa. Lo que viene después, aunque mantiene los timbres y algunas melodías oriundas del country, es una apasionante e inspiradaexploraciónporlamúsica popular afroamericana de los últimos 100 años: country blues, R&B, rock ’n’ roll, música soul, funk, música house, hip hop y hasta trap. En canciones como “RIIVERDANCE” Y “TYRANT”, la cantante imagina cómo el country podría infiltrarse en géneros contemporáneos como la música house y el trap. A lo largo de esta segunda parte del disco, Beyoncé parece decirnos: ya les enseñé lo que el country fue, ahora les enseñaré lo que puede ser.
Por eso “Cowboy Carter” es un álbum que funciona a muchos niveles. “Para que las cosas sobrevivan, tienen que cambiar”, dice Beyoncé al inicio del disco. Y esta parece ser la lección que ella le deja a la comunidad country que la rechazó en el 2016: si queremos que el country siga vivo no debemos tratarlo como una pieza de museo, sino jugar con él, estirarlo hasta donde se pueda, probar todas sus posibilidades. ¿Por qué tener miedo a renovarse? Renovarse es, a fin de cuentas, seguir vivo.