Diario El Comercio

Poder simbólico y ostentator­io

FRANCISCO MIRÓ QUESADA RADA

- Exdirector de

Alo largo de la historia, las élites políticas y diversas autoridade­s han ostentado objetos como símbolos de poder. Entre nosotros, uno de los casos más conocidos es el de Vladimir o Montesinos, que tenía una abundante colección de relojes y los mostraba según la ocasión. Ahora tenemos el caso de la presidenta Dina Boluarte.

Si bien hay una relación entre ambos conceptos, estos son diferentes. Por ejemplo, la bandera es un símbolo relacionad­o con la patria y no es ostentosa; en cambio, hay coronas que son símbolos de poder, llenas de piedras preciosas y muy pesadas, que son totalmente ostentosas. La palabra `ostentar' viene del latín `ostentare' y significa mostrar o hacer patente algo. Un reloj Rolex, por ejemplo. La autoridad nos está mandado un mensaje de superiorid­ad por poseer una bonita y costosa joya, que además es útil porque nos da la hora, como cualquier reloj del mundo. También nos está diciendo que al tener y mostrar un Rolex posee un estatus superior ante los demás que no podemos tener un reloj de esa calidad por su alto costo. En consecuenc­ia, la idea de superiorid­ad está vinculada al valor del objeto.

Así se deshumaniz­a no solo la relación política, sino cualquier otro tipo de relación, porque quienes piensan que las personas valen por sus condicione­s extrín secas y no intrínseca­s–es decir, solo por el hecho de ser seres humanos–las valoran por lo que tienen y no por lo que son. Esto no es novedad, ha sucedido y sucede, como dijimos anteriorme­nte, a lo largo de la historia.

Los ostentosos siempre quieren llamar la atención, son egocéntric­os y hay aquellos patológico­sque te refriegan su ostento sida den la cara. Loshuachaf os oh uac ha fasp orlo general son brutalment­e ostentosos.

Los símbolos del poder son cada vez menos ostentosos. Este es un triunfo de la democracia, porque ya no es la ostentosa y pesada corona del rey o de la reina, sino una banda, que llamamos banda presidenci­al o el fajín de los ministros y ministras de Estado. Son símbolos modestos, si los comparamos con el poder ostentator­io de la aristocrac­ia, palabra de origen griego que significa “los mejores”. `Símbolo' viene del latín `symbolum' y también `symbulus'. Dice el Diccionari­o de la Lengua Española que es “un elemento u objeto material que por convención se considera representa­tivo de una entidad, de una idea, de una cierta condición ”.

Mostrar públicamen­te un ostentoso reloj ante la opinión pública, sea este comprado, regalado o prestado, es una conducta insensible, sobre todo en un contexto de fragmentac­ión social, desencanto con políticas electorale­s y seria crisis económica. Pero también vemos con preocupaci­ón que, a pesar de tanto cinismo y ostentació­n, una gran mayoría de peruanos ha caído en la indiferenc­ia y el aburrimien­to, que no sirven para nada, pero, por otro lado, que hay también un gran descontent­o e indignació­n, que si se manifiesta­n pueden servir para mucho, siempre y cuando se canalicen democrátic­amente.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Peru