De Guerra de Israel debate cómo responder a Irán
El cónclave, que se ha reunido cinco veces luego de los recientes atentados de la República Islámica en territorio israelí, decidirá si el país hebreo responderá con contundencia o realizará un ataque quirúrgico que podría parecer insuficiente para la ext
En las primeras 72 horas posteriores al inédito ataque de Irán sobre Israel, el Gabinete de Guerra hebreo se ha reunido en cinco oportunidades buscando alcanzar un consenso sobre la forma en la que deberán responder al bombardeo ordenado desde Teherán. Una decisión que podría definir el futuro de la seguridad en Medio Oriente y, probablemente, en el mundo.
“Agradezco a nuestros amigos su apoyo en la defensa de Israel y todos sus consejos. Pero quiero ser claro:tomaremosnuestrasdecisiones nosotros mismos”, aseveró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Este gabinete, creado cuando se desatóelconflictocontraHamasen octubre del 2023, tiene la potestad de adoptar cualquier decisión sobre la guerra sin la aprobación del Knesset (Parlamento israelí).
Está compuesto, principalmente, por Netanyahu; el ministro de Defensa, Yoav Gallant; y el exgeneral de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) Benny Gantz.
El centrista Gantz es uno de los principales rivales políticos de Netanyahu;perohademostradoestar dispuesto a apoyar al país en momentos de emergencias.
Gallant, por su parte, podría definirse como un `halcón' del Ejércien to. Un término acuñado para definir a quienes planteaban acabar el conflicto con los palestinos por la vía militar. Pese a ser parte del Likud—partido de Netanyahu—ha mostrado muchas discrepancias con el primer ministro.
Además de ellos están el ministro sin cartera Gadi Eisenkot; el ministrodeAsuntosEstratégicos,Ron Dermer; y el jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi. Pero ellos soloparticipancomoobservadores y no tienen derecho a voto.
Desde la andanada de misiles y drones lanzada por Irán, el gabinete se debate entre dos escenarios: responder con contundencia yasumirelriesgodequeelconflicto escale a un nivel sin precedentes o realizar un ataque quirúrgico que corre el riesgo de parecer insuficiente para la extrema derecha.
—Camino a tomar—
“La reacción israelí es cuestión de tiempo, pero los aliados occidentales harán todo lo posible para que sea limitada y se centre en las infraestructuras militares”, comenta a El Comercio el historiador israelí Ido Zelkovits.
El presidente Joe Biden ha advertido que EE.UU. no participará en una acción de represalia, a pesar de su apoyo a Israel.
“Una escalada significativa no redundaríaeninterésdenadieysolo profundizaría la inseguridad en Medio Oriente”, señaló el primer ministro británico, Rishi Sunak.
Asimismo, el mandatario francés, Emmanuel Macron, aseguró que se debe “pedir proporcionalidad en la respuesta”.
Estos pedidos de mesura y diplomacia contrastan radicalmente con las voces de figuras de la extrema derecha israelí, como el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, o el líder del partido Sionista Religioso, Bezalel Smotrich.
Ben Gvir llamó el mismo sábado 13 a que el país “se vuelva loco”
Irán redobló las advertencias contra posibles represalias de Israel al ataque del sábado pasado, en una jornada en la que exhibió a sus Fuerzas Armadas con desfiles militares, con motivo del Día Nacional del Ejército.
Hubo desfiles en varias capitales provinciales y en Teherán, en los que participaron efectivos de las fuerzas terrestres. También se exhibieron drones de diversos tipos, tanques y misiles Fatah 360, Qader y Qader de corto y medio alcance, entre otros.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, volvió a alabar el ataque del sábado con 300 misiles y drones contra Israel, que fue una represalia por el bombardeo contra el consulado iraní en Damasco el 1 de abril, en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria.
su contraataque. Smotrich, en tanto, aseguró que si su país no responde al ataque “nos pondremos, y a nuestros hijos, ante un peligro existente”.
“Smootrich y Ben Gvir no tienen ningún impacto en el Gabinete de Guerra, en realidad. Están sentados allí como observadores y si Netanyahu pudiera deshacerse de ellos, lo haría”, asegura Zelkovits.
—Ataque indirecto—
POSICIONES.
Hasta ahora, Israel e Irán libraban la denominada “guerra en la sombra”, en la que no recurrían al ataque directo, sino a los ciberataques, asesinatos selectivos, sabotajes o enfrentamientos a través de terceros actores.
Con el bombardeo del fin de semana, Teherán ha prometido cambiar esta dinámica por una más frontal. “De ahora en adelante, si el régimen sionista ataca nuestros intereses, bienes, personalidades y ciudadanos, tomaremos represalias desde la República Islámica de Irán”, señaló el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salamí.
Del lado israelí, sin embargo, la respuesta a la encrucijada en torno a su contraataque podría estar en un regreso a las viejas técnicas.
“Israel no quiere romper la sólida alianza que tiene con las superpotencias militares occidentales y, por lo tanto, luego de generar la simpatía mundial tras ser atacado por Teherán, limitará su reacción y la conducirá de la mano con las demandas de la administración de EE.UU.”, estima Zelkovits.
En ese sentido, la participación de los denominados `proxies' iraníes podría abrirle paso a una respuestaisraelíquesatisfagalasvoces locales –que piden consecuencias por el ataque– y a los actores internacionales–quetemendesataruna guerra a gran escala–.
“Israel también tiene otras opciones que no son el ataque directo: puede atacar infraestructuras militares”, acota Zelkovits.