“Su uso civil tiene un potencial inmenso”
Contrariamente a lo que se podría pensar, el dron está presente en todas las actividades comerciales. Si hablamos del Perú, en solo 10 años hemos visto el paso de drones primitivos a digitales, en los que la señal, los comandos y la inteligencia artificial han evolucionado muchísimo. Hasta el 2023 había más de 20 mil drones pululando en el Perú, donde su uso se empezó a masificar en el 2012. Incluso hay un número importante de personas que viven del uso comercial de los drones.
Su uso civil tiene un potencial inmenso. Los rubros en los que más se utilizan los drones hoy en nuestro país están vinculados a la topografía y la cartografía. También se emplean para hacer tomas aéreas para vigilancia, inspecciones de obras, evaluación de daños y prevención de desastres. Otras áreas son las actividades educativa y minera, el cine y la seguridad ciudadana.
Como parte de mi trabajo, he realizado capacitaciones en el uso de drones en Usaid (Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional) para inspecciones en la selva que permitan detectar actividades de minería ilegal o invasión de zonas protegidas. También hemos capa citado a mineras ya regiones del país.
Es un error limitar su uso al aspecto militar. De hecho, en el Perú el uso del dron en ese rubro no ha sido espectacular, pero sí lo ha sido el desarrollo comercial.
Usar drones para levantar basura en el Everest me parece genial porque se trata de aeronaves que no usan combustibles fósiles sino que son eléctricos, y por ello tienen una mejor adaptación a la altura. Pueden volar con más facilidad que un vehículo no tripulado que usa combustible fósil. Es importante usar estas aeronaves para resolver una necesidad.