Cuando ellas maltratan
Comerse las uñas o los pellejitos, en muchos casos, es solo un mal hábito en momentos de tensión o nerviosismo. Sin embargo, hacerlo compulsivamente sí representa un problema más serio. Esta manía se llama onicofagia y está ligada a cuadros de ansiedad, estrés, pánico, depresión y hasta bullying.
El psiquiatra Carlos Muñoz explica que a pesar de que la persona sepa que es antiestético y que puede desarrollar graves problemas de salud, como infecciones y afecciones dentales, no puede dejar de comerse las uñas porque hay un trasfondo psicológico girando alrededor.
“La principal causa de esta conducta compulsiva suele ser la ansiedad, porque la mente necesita alternativas para calmarse, y la simple acción de morder la uña o el pellejo alrededor de esta otorga esa sensación de placer y tranquilidad”, indica Muñoz.
El especialista añade que el primer paso para abandonar este hábito es identificar los momentos donde se las muerde, así sabrá si es por estrés, nervios, tristeza o rabia, y junto a un profesional de salud mental puedan atacar el problema de raíz. “Morderse las uñas, al igual que jalarse el cabello o comer compulsivamente es solo la punta del iceberg. Hay graves problemas emocionales detrás”, explica. ⬅
Lupe Maestre
Las mujeres que abusan de su posición para ejercer verdadero maltrato a parejas e hijos son más de las que imaginamos. Las parejas de estas mujeres suelen entrar en el juego de un chantaje emocional, por el cual soportan golpes, insultos, denigraciones, chantaje con los hijos y manipulaciones económicas, incluyendo la hostilidad sexual con el retiro de la intimidad. Estas mujeres se sienten por encima de su pareja y gozan con verlo denigrado y sufriendo. El esposo irá perdiendo la dignidad y se alejará de todos los suyos para no tener que leer en sus rostros su propia vergüenza. Estos hombres son incapaces de verse con otros ojos que no sean los de ella, y atrapados en la rabia y dolor, también lo están en un amor enfermo que los sigue sometiendo al abuso de una mujer. Y a la mujer en condición de ‘madre’ se le permite casi todo en la sociedad, e ignoramos que detrás de esa posición de ‘madre/ esposa’ puede haber un personaje siniestro capaz de destruir a su esposo y a sus propios hijos.