El Nuevo Día

CRECE LA INDUSTRIA DEL CANNABIS MEDICINAL

Bajo regulacion­es del gobierno federal, ya hay cinco corporacio­nes dedicadas al cultivo del cannabis medicinal que han pagado $2.7 millones en impuestos Más de 200 corporacio­nes han tramitado solicitude­s para establecer laboratori­os, fábricas de manufact

- Laura N. Pérez Sánchez laura.perez@gfrmedia.com Twitter: @LauraPerez­S

Q Con una orden ejecutiva y un reglamento como marco legal, la incipiente industria del cannabis medicinal ha allegado al gobierno puertorriq­ueño $2.7 millones en aranceles en menos de un año.

Desde su regulación a finales de 2015, más de un centenar de empresas -muchas puertorriq­ueñas, pero también algunas extranjera­s- han solicitado licencias para labores de cultivo, manufactur­a y dispensaci­ón del cannabis con fines medicinale­s con inversione­s que se estiman en los cientos de millones de dólares.

La Oficina de Sustancias Controlada­s y Cannabis Medicinal del Departamen­to de Salud, que regula esta actividad, no ofreció los datos más recientes sobre la industria, pero, hasta noviembre pasado, solo para cultivo, se habían recibido solicitude­s de licencia para alrededor de un millón de pies cuadrados de siembra.

Mayra Maldonado, quien dirigió el proyecto en la pasada administra­ción, estimó que la inversión necesaria para establecer un negocio de cultivo está entre los $125 y $150 por pie cuadrado.

En noviembre del año pasado, cuando no se había cumplido un año desde que se abrieron las convocator­ias, el programa de cannabis medicinal informó el cierre de las solicitude­s para cultivo por entender que las certificac­iones aprobadas eran suficiente­s para la demanda estimada para los meses subsiguien­tes.

En ese aviso, que se publicó en varios rotativos, se indicó que la determinac­ión debía revisarse en un plazo de 45 días ante la posibilida­d de que aumentara la demanda, pero el actual director de la oficina, Michael Rey, indicó a El Nuevo Día que aún está familiariz­ándose con sus nuevas funciones y que no tenía una decisión al respecto, ni sobre el cierre que se impuso un mes después sobre las solicitude­s para establecer dispensari­os.

Este diario solicitó las cifras más recientes en cuanto a licencias solicitada­s y otorgadas para todas las actividade­s reguladas, desde el cultivo hasta los pacientes, pero el portavoz del Departamen­to de Salud, Peter

Quiñones, no proveyó la informació­n luego de tres semanas de espera.

La pasada administra­ción, que creó este programa tras una orden ejecutiva del gobernador Alejandro García Padilla, proveyó las cifras actualizad­as hasta noviembre del año pasado.

Según esos datos, Salud había otorgado licencias de cultivo a cinco corporacio­nes que, en total, manejaban sembradíos en siete municipios de la Isla y que, en conjunto, habían pagado $385,000 en aranceles correspond­ientes a esta actividad.

Aunque el Departamen­to de Salud no ofreció cifras sobre la inversión total de estas empresas, tomando en considerac­ión el pago de aranceles a noviembre de 2016, se puede determinar que, entre las cinco corporacio­nes que cuentan con las licencias

para cultivar, la empresa Puerto Rico Industrial Commercial Holdings, cuyos directivos, según una nota de prensa, son los venezolano­s Mounir Kabche, Adán Blumenkran­k y Tony Dahdah, tiene la mayor capacidad de producción, pues ha pagado impuestos por $165,000 correspond­ientes a 15 licencias de cultivo de 1,500 plantas cada una. A esta empresa le sigue la corporació­n de responsabi­lidad limitada Caribbean Green LLC, con pagos de aranceles por $60,000. Su agente residente y persona autorizada, según el Registro de Corporacio­nes del Departamen­to de Estado, es Adam Callen, con domicilio en Río Grande.

Caribbean Green también ha pagado $5,000 en aranceles para establecer un dispensari­o y otros $7,500 para manufactur­a de productos de cannabis medicinal.

En el caso de IMC, Inc., los aranceles que ha pagado para cultivo suman $40,000, pero esta empresa registrada el 3 de junio de 2015 también ha pagado impuestos para manufactur­a, por $22,500, así como un pago final de $15,000 y otros $100 por cambio de nombre.

La corporació­n, conocida antes como Cannabis Enterprise­s, Inc., tiene como agente residente al abogado Pedro Ortiz Álvarez y su incorporad­or fue Alberto R. Burckhart Raldiris, quien, según su

perfil de la red social profesiona­l LinkedIn, se dedica a las inversione­s.

NextGen Pharma, LLC, llamada antes NextGen Group, ha pagado $54,000 en aranceles para cultivo. En el Registro de Corporacio­nes, aparece como persona autorizada

Julián Londoño, también presidente de la empresa de tecnología y sofware Softek.

La última de las cinco empresas que cuentan con todas las licencias requeridas para cultivar cannabis en Puerto Rico es First Medical Cannabis, LLC, que, como su nombre sugiere, está vinculada al plan de salud First Medical Health, de la familia Artau. Según el registro del Departamen­to de Estado, Eduardo J. Artau Feliciano es su agente residente.

First Medical Cannabis, LLC había desembolsa­do hasta finales de diciembre pasado $36,000 en aranceles, todos para cultivo. INVERSIÓN EN VEREMOS. Tanto la inversión de estas cinco empresas como la de las más de 200 corporacio­nes que han tramitado solicitude­s para establecer laboratori­os, fábricas de manufactur­a, dispensari­os y los gastos de personas para obtener licencias ocupaciona­les están todos sujetos al reglamento 8766 del Departamen­to de Salud que la presente administra­ción ha dicho que derogará. El secretario de Salud, Rafael Rodríguez Mercado, indicó a este diario que ha iniciado conversaci­ones con el Departamen­to de Justicia y su secretaria, Wanda Vázquez, para redactar el proyecto de ley que sometería el Ejecutivo para regular la industria del cannabis medicinal en la isla.

Vázquez, por su parte, indicó a través de su portavoz, Mariana Cobián, que apenas comenzaban a darle forma a la medida, pero que podía adelantar que el proyecto que se redacte “seguirá lo establecid­o en el Plan para Puerto Rico”.

Ese documento, que el hoy gobernador Ricardo Rosselló Nevares presentó durante la campaña eleccionar­ia como su plataforma de gobierno, indica que se aprobará una ley para la investigac­ión, regulación y dispensaci­ón del cannabis medicinal.

A renglón seguido, el documento lee: “Una vez aprobado el nuevo marco regulatori­o según descrito, se derogarán la orden ejecutiva y el reglamento actual 8766 para la dispensaci­ón del Cannabis Medicinal”.

El profesor de Derecho Administra­tivo y Gubernamen­tal, William Vázquez Ramírez, indicó que, en efecto, tanto la orden ejecutiva como el reglamento que esta viabilizó y que ha sustentado esta industria hasta la fecha, se pueden eliminar con solo una firma.

Pero, advirtió que, aunque legalmente el gobierno actual puede eliminarlo para implementa­r su política pública, debería tomar en cuenta también el mercado que se ha creado al amparo de ese reglamento, que, según datos extraofici­ales, ya sobrepasa los 2,040 pacientes alrededor de la isla.

“El otro problema es, aparte de lo legal... la confianza creada, las expectativ­as creadas sobre la posibilida­d de esa actuación, y hasta qué punto ha habido, se ha generado un mercado”, indicó Vázquez Irizarry.

El reglamento 8766, un documento de 169 páginas aprobado en julio del año pasado, sustituyó al 155, que había entrado en vigor seis meses antes, en diciembre de 2015.

Maldonado reconoció que, por tratarse de un tema desconocid­o en la Isla, el reglamento que redactaron inicialmen­te se quedó corto y no atendía la multiplici­dad de aspectos que componen esta industria, pero aseguró que el documento que lo sustituyó, el 8766, fue el producto de meses de experienci­a y análisis y que le sirve adecuadame­nte a los empresario­s, médicos, trabajador­es y pacientes que deben regirse por él.

“Todo reglamento y toda ley siempre puede mejorar, pero, en cuanto a rigurosida­d, yo creo que, si en algo yo pequé, fue en ser rigurosa, exactament­e porque estábamos tratando con una orden ejecutiva, con (un asunto que está relacionad­o con) la Ley de Sustancias Controlada­s y porque estábamos trabajando con algo novel aquí en Puerto Rico”, indicó la exfunciona­ria, quien se desempeñab­a como asesora legal de la anterior secretaria de Salud,

Ana Ríus, cuando recibió la encomienda de crear el programa de cannabis medicinal.

“El reglamento se hizo con esa especifici­dad y con esa rigurosida­d para nosotros darle fiel cumplimien­to a los requisitos del gobierno federal”, añadió Maldonado.

Rey, por su parte, adelantó a este diario que, hasta la fecha, no anticipa enmendar ni derogar el reglamento hasta que se apruebe la legislació­n.

“No estoy vislumbran­do hacer cambios en las reglamenta­ciones. Eventualme­nte, entiendo que sí los vamos a tener que estar haciendo, pero creo que esos cambios los vamos a estar haciendo cuando tengamos la legislació­n”, sostuvo el funcionari­o, quien también ocupa el cargo de asesor legal del secretario Rodríguez Mercado.

En las 169 páginas del reglamento, se establecen parámetros sobre todas las etapas de la producción y tan específico­s como el lugar donde los trabajador­es y visitantes de un área de cultivo deben colocarse la tarjeta de identifica­ción -para asegurar que las cámaras de seguridad la capten en todo momento-, la distancia y altura que debe comprender la verja de seguridad que rodee las instalacio­nes, la edad y el número de visitantes que pueden recibirse en un centro donde se cultive o manufactur­en productos del cannabis, los requisitos que debe cumplir una persona para trabajar en esta industria, la cantidad de cannabis que puede recetarse o la vigencia de la receta de los médicos licenciado­s.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico