ESTRATEGIAS PARA PREVENIR
Todas las administraciones municipales en el pasado se han empeñado en dedicar la mayor parte de los recursos humanos y fiscales a estrategias de corte punitivo y remedial. Entiéndase por esto más policías, operativos cuasi militares y recientemente la vigilancia electrónica a través de cámaras de seguridad y puntos de cotejo tecnológico. Usualmente dejan a un lado las estrategias de prevención primaria que son fundamentales para atender los factores de riesgo que estimulan la violencia y el crimen.
Las verdaderas raíces del crimen y la violencia son la marginación, la desigualdad, la pobreza, las deficiencias educativas, la falta de oportunidades de empleo y de movilidad social, el fomento a la dependencia, al ocio y al consumo desenfrenado y la falta de pertenencia y responsabilidad social.
Por tal razón, el PIP propone para San Juan un enfoque integral al problema criminal que trabaje preventivamente con las causas, pero que a la vez atienda sus efectos inmediatos y presentes. A esos fines incluimos medidas preventivas, remediales y de control.
La prevención es doblemente provechosa porque evita el costo social del mal que logra atajar tempranamente y requiere de la inversión de menos recursos en comparación a los que se invierten a largo plazo en medidas remediales.
En primer lugar, hay que alterar el acercamiento al problema de la adicción a las drogas pues su uso y trasiego son el detonante de la mayoría de los delitos violentos que se cometen en nuestra ciudad capital y en nuestro país. Nuestro gobierno municipal asumirá un enfoque salubrista a este problema.
La criminalidad esta íntimamente relacionada con la salud mental y cada día es más evidente la falta de servicios de prevención y tratamiento. En San Juan, donde existe un sistema de salud totalmente autónomo, se dan las mejores condiciones para crear un programa de prevención de salud mental y articular un sistema de prestación de servicios efectivo y accesible a todas las personas que lo necesiten, desde la infancia hasta la adultez.
El alcance de este programa y sus resultados estará
sujeto a evaluaciones con regularidad.
Es necesario desarrollar programas para la juventud que prioricen en las artes, el deporte y el empleo en el sector público y privado durante los periodos de receso escolar y en horarios que estén fuera de las escuelas y sujetos a supervisión mínima. Éstos contemplarían programas de estudio y trabajo, actividades artísticas y deportivas en escuelas y parques comunitarios bajo el auspicio de asociaciones comunitarias, proyectos de reciclaje y embellecimiento en su comunidad.
En lo que las estrategias preventivas surten su efecto hay que tomar medidas a corto plazo para controlar el desenfreno de la actividad criminal. A estos efectos proponemos fortalecer el entrenamiento de la Policía Municipal de San Juan y proveerla de equipo moderno para adiestrar en técnicas de investigación y manejo de casos incorporando mecanismos de monitoreo del status de casos asignados.
Se reevaluarán las prioridades de servicio de cada cuartel de la Policía Municipal de San Juan para destinar una mayor cantidad de uniformados a tareas de vigilancia preventiva, aumentando significativamente el patrullaje y estableciendo un trabajo más coordinado con la Policía de Puerto Rico.
Como medida de control es necesario desarrollar estrategias para lidiar con los efectos del crimen. El municipio de San Juan apoyará programas que permitan la reinserción a la sociedad de los confinados y que eviten su reincidencia.
Se proveerán recursos sobre control de emociones y manejo de conflictos y modelaje positivo para hacer frente a la adversidad y las condiciones socioeconómicas difíciles.