En marcha el nuevo Gran Juego
Con el lanzamiento de un misil nuclear capaz de llegar a Pekín, India altera el balance geopolítico de Asia Central
INDIA anunció ayer que llevó a cabo el lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental que podría llevar un arma nuclear hasta Beijing o Shanghai. No se indicó si el cohete avanzó según lo planeado.
Las autoridades indias se congratularon por el lanzamiento del misil Agni V como un paso importante hacia sus aspiraciones de ser una potencia regional y mundial.
“La nación hoy está en alto”, dijo el ministro de Defensa A.K. Antony, citado por el diario Press Trust of India.
El misil, con un alcance de 3,100 millas, todavía requiere una serie de pruebas y debe superar otros obstáculos burocráticos antes de poder ingresar a los arsenales indios en unos pocos años.
Con el misil, India entra en un selecto club de países que tienen este tipo de proyectiles de largo alcance. Los analistas dicen que la familia de misiles Agni (que significa “fuego” en sánscrito) son la piedra fundamental del poderío atómico indio.
El misil mide 17.5 metros de largo, tiene tres partes y un peso de lanzamiento de 50 toneladas. Su desarrollo ha costado más de $480 millones.
Esto sucede apenas unos meses después de conocerse la intención de Pekín de disponer de instalaciones para cargar combustible en las Islas Seychelles. Lo que en Nueva Delhi se leyó como “China abrirá su primera base militar en el Océano Índico”, tal cual lo expresaba el titular de un matutino indio.
UNA RELACIÓN TENSA
Estos se podrían considerar los últimos chispazos de una relación tensa y complicada, sobre todo teniendo en cuenta que ambos países disputaron una guerra en 1962. Pero es a la vez una relación inevitable, dado que compar- ten unas 2,000 millas de frontera.
El corresponsal de la BBC en el sur de Asia, Andrew North, definió este escenario como un nuevo Gran Juego. Este término se acuñó para describir la lucha por la influencia en Asia Central entre Rusia y el Imperio Británico en el siglo XIX.
Hoy, descolonización mediante, cambian los jugadores, pero no el objetivo. Los movimientos de las piezas son discretos. Así se entiende por qué los rusos en lugar de Gran Juego usaban la expresión Torneo en las Sombras.
En el discurso de ambas partes se puede percibir que nadie muestra naipes con figuras agresivas, en forma abierta y directa. El ministro de Defensa chino, Liang Guanglie, salió a calmar la preocupación india sobre la supuesta base aclarando que no había de qué preocuparse.
Y ahora, que el que mueve sus piezas al ataque es India, China vuelve a mostrar las técnicas del “gran juego”. De frente la diplomacia. “China e India son grandes naciones en desarrollo. No somos competidores sino socios”, expresó el portavoz del ministerio chino de Exteriores, Liu Weimin.
Sin embargo, el tono es muy distinto en el editorial publicado por Global Times, propiedad del Partido Comunista de China.
“India no debe sobreestimar su fuerza. Aun si tiene misiles que podrían llegar a muchas partes de China, eso no significa que ganará algo con ser arrogante durante las disputas con China”, se podía leer.
“Aun cuando los diplomáticos insisten en que quieren lazos cordiales, las tensiones crecen entre los dos gigantes vecinos asiáticos”, dijo Andrew North.
Según el corresponsal de la BBC en el sur de Asia, las hostilidades se vienen dando desde hace un tiempo en los medios de comunicación. Los periódicos chinos han calificado a India de ser “envidiosos” del éxito chino.
El nuevo Gran Juego está en marcha.