El piano y su héroe
El pianista cubano Leonel Morales protagoniza un concierto con la Orquesta Sinfónica dedicado a don Luis A. Ferré
EL AMOR DE UN MÚSICO por su arte y por el instrumento que interpreta puede derivar historias tan diversas como encantadoras. La narrativa de los vínculos del respetado pianista cubano, radicado en España, Leonel Morales con el piano demuestra, como en la misma vida, las distintas etapas de un amor.
Con los años, expresa que ese sentimiento ha cambiado. En un principio, lo describe como una opción en la música porque, después de todo, nació en una cuna de músicos y el piano fue otro de los cinco instrumentos que manejaba.
Más tarde, el piano se tornó en ese instrumento en el que se volcaba para transmitir su talento. “Y en estos momentos, el piano es un método de transmitir mi mundo interior, mi mundo entero”, cuenta quien explica que antes que el piano, simplemente escogió la música.
El pianista, que la crítica internacional ha denominado “héroe” de los conciertos en los que participa, regresa a la Isla para interpretar el “Concierto no. 3 en re menor para piano y orquesta, Opus 30” de Sergei Rachmaninoff junto a la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, conducida por el maestro Maximiano Valdés.
La “Gala Sinfónica” que presenta la Asociación Pro Orquesta Sinfónica de Puerto Rico (APOS) a beneficio de la Orquesta Sinfónica, y que se le dedica a la memoria del mecenas y exgobernador de Puerto Rico Luis A. Ferré, será mañana, a las 8:00 p.m., en la Sala Sinfónica Pablo Casals del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, en Santurce.
Para Morales, sentarse a tocar el piano equivale a poder transmitir las experiencias de su vida a través de la música de otra persona, “como Rachmaninoff ”, ejemplifica, “con el cual tengo una empatía tremenda porque los dos fuimos emigrantes políticos y por eso es un compositor que cuando lo interpreto siento mucha comunicación con él”.
El programa de la velada depara, a su vez, selecciones de la ópera “Carmen” de Georges Bizet y la Sinfonía no. 9 en mi menor “Desde el Nuevo Mundo” de
Antonin Dvorak, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico.
PLAN EN LA ISLA
Aparte de intérprete, Morales asume con placer su papel como educador y con ese sombrero que le regala evidente ilusión ha establecido lazos con el País desde el pasado octubre como profesor en residencia en el Conservatorio de Música de Puerto Rico con el apoyo de la pianista y rectora de la institución, María del Carmen Gil.
“Para mí es un orgullo estar aquí porque he encontrado gente de muchísimo potencial artístico-musical y mi intención es, con la ayuda de mis colegas, crear una escuela de piano en cinco o seis años que permita que los pianistas puertorriqueños no tengan que marcharse cada vez que terminan una carrera”, expone orgulloso cuando comenta que gracias al trabajo colaborativo y el apoyo de sus colegas de la Isla a sus esfuerzos, la alumna de la Escuela Preparatoria Adriana Vilá obtuvo el segundo lugar en un concurso internacional de jóvenes pianistas en Nevada.
Este pianista, que tiene en agenda conciertos en Italia, Turquía y Francia, se despide de nuestra conversación esperando que el público conecte con su ejecución, que la pasen bien, dice. “No pretendo hacer la mejor o la peor versión del mundo (de la pieza de Rachmaninoff ), sencillamente hacer aquella que siento”, finaliza el que vive irremediablemente feliz de entregarse a la música.