Abandono total en Mar sin Barreras
TRABAJO PARA EL Hospital de Veteranos en Brooklyn New York. En una ocasión en que varios veteranos con limitaciones físicas conversaban sobre playas accessibles, les recomendé de mi patria querida, “Mar sin Barreras”, en el Balneario de Luquillo.
Al cabo de unas semanas uno de los veteranos me comentó que le había recomendado una pesadilla. Un área descuidada, con sillas especiales para acceder al mar rotas y, tan solo tres disponibles, para tantos ciudadanos con impedimentos que visitan el proyecto. Además, baños sucios y poco personal. En fin, que me dijo que no le recomendaría esta playa a ninguna persona impedida.
¿Qué pasa Puerto Rico? Recuerdo cuando se inauguró el proyecto. Era un gran orgullo para nuestra isla pues venían de todas partes del mundo para disfrutar de la única playa her- mosa para personas con limitaciones físicas.
Que triste es ver cómo se bota el dinero en politiquería, en homenajes y en otras cosas que no tienen importancia y se pierde la grandiosidad de Mar sin Barreras. ¿Acaso el ciudadano con limitaciones físicas no tiene valor para nuestro gobierno?
Rosimar Hernández, autora del proyecto, lamentaría mucho ver su hermoso sueño convertido en una pesadilla. Rosimar, quien reside en Nueva York luego de completar su maestría en Drama Terapia en la Universidad de Nueva York, trabaja en el Hospital Mount Sinai como terapista. Si ella estuviera en Puerto Rico, les aseguro que Mar sin Barreras continuaría hermoso, accessible y con todas las herramientas necesarias para la calidad de vida de nuestros ciudadanos especiales.