Niegan pacto con los confinados
Evidencia contradice a Fortuño y a Molina
“Es un compromiso de rehabilitación”, dijo el gobernador al negarlo
EL GOBERNADOR Luis Fortuño y el exsecretario de Corrección y Rehabilitación, Carlos Molina, negaron ayer que hayan autorizado o participado de negociaciones, acuerdos ni compromisos con las organizaciones de confinados para obtener los votos de la población penal.
No obstante, existe evidencia documental de tales acuerdos en poder de este diario.
Entrevistas con varios confinados y con un abogado relacionado con los líderes de los confinados también apuntan a la existencia de los acuerdos.
“No es un acuerdo. Es un compromiso de rehabilitación”, dijo ayer el gobernador Fortuño cuando fue abordado al respecto por periodistas en una conferencia de prensa. “Yo creo firmemente en la rehabilitación y hemos cumplido”, dijo.
“Ese es mi compromiso y eso es público, y está en la plataforma del 2008 y va a continuar en la plataforma de este año: la rehabilitación. Si eso contrasta con lo que no hacían antes y por ello, algunos de ellos quieren favorecer al PNP, santo y bueno. Pero no es un acuerdo. Es un compromiso de reha- bilitación en el cual yo creo firmemente y es lo que hemos estado haciendo”, señaló.
Según la investigación de este diario líderes de la Asociación de Confinados Ñeta, el mayor y más influyente bando de confinados, hicieron acercamientos al hoy convicto senador Héctor Mar- tínez, ofreciendo decenas de miles de votos de presos y sus familiares a cambio de cambios en las condiciones carcelarias que interesaban los confinados.
El hoy presidente del senado Thomas Rivera Schatz asumió el liderato en el contacto con los líderes de la Ñeta y otros grupos como Los 27 y Los 25 a partir de 2007, según cartas, en poder de este diario, entre el senador y los líderes carcelarios. El alcalde de Yauco, Abel Nazario, se unió al grupo luego de que Fortuño ganó las primarias.
ENVIADOS DE FORTUÑO
Apenas tres años antes, en 2004, se había evidenciado en un caso criminal federal que las estructuras de liderato de la Asociación Ñeta eran utilizadas para ejecutar un esquema de narcotráfico dentro de los penales. Saturnino Rivera Adorno, entonces vicepresidente de la Ñeta, y otros se declararon culpables en el tribunal federal.
En entrevista con este diario, Nazario indicó que el gobernador le encomendó a Rivera Schatz y a él que elaboraran la parte del programa del PNP relacionado con Corrección y los confinados.