Roy Lichtenstein, 15 años después
El Art Institute en Chicago presenta una retrospectiva de este ícono del arte pop
CHICAGO - Casi a 15 años de su muerte, los fanáticos del artista pop Roy Lichtenstein (1923-1997) podrán profundizar en su obra en la exhibición que abrió recientemente en el Art Institute de Chicago, en la que se despliegan desde sus famosas caricaturas de la década del 60 hasta sus trabajos inspirados en la cultura asiática que trabajó en los 90.
La exposición abre con la pieza de 1961 “Look Mickey, I’ve Hooked a Big One!!”, una obra en la que se observa a Mickey Mouse y al Pato Donald en tonos azules, rojos y amarillos, y que es considerada una de las imágenes emblemáticas que ayudaron a transformar la percepción del arte comercial a un arte considerado “fine art”. Algo que también incidió en que Lichtenstein, junto con Andy Warhol, se convirtieran en los rostros que estaban en la primera fila del movimiento del pop art.
“Roy Lichtenstein: Una retrospectiva” es, según expone el museo, “la primera y más amplia retrospectiva en examinar a fondo su arte desde su fallecimiento”. La exposición incluye alrededor de 170 pinturas, esculturas y dibujos hechos entre 1950 y su muerte en el 1997, a la edad de 73 años.
Abrió al público en mayo y permanecerá en Chicago hasta el 3 de sep- tiembre próximo. Luego, viajará a Washington, a Londres y a París durante el próximo año.
La selección incluye obra conocida, así como piezas que rara vez se han visto. Entre ellas se encuentran las interpretaciones de Lichtenstein de objetos cotidianos como una bola de hilo de tejer, un “hot dog” o un anillo de matrimonio.
“Roy fue capaz de transformarlos y presentar estos objetos de una nueva manera”, manifestó James Rondeau, el cocurador de la exhibición. “Fue capaz de mostrarnos algo nuevo acerca del mundo en que vivimos y acerca de nosotros mismos y cómo vemos el mundo”.
A lo largo de los años, Lichtenstein realizó pinturas de espejos, manchas de pintura, de interiores, reinterpretaciones de trabajos de Picasso, Mondrian, Léger, Monet y Cézanne. Mientras, sus originales son vendidos en millones de dólares.
Muchos de sus trabajos tienen como seña distintiva líneas negras anchas que enmarcan las imágenes y el uso de los llamados “ben-day dots”, la serie de pequeños puntos de colores utilizados en los libros de cómics que toman su nombre por el impresor Benjamin Henry Day. Lichtenstein reprodujo los puntos utilizados en las tirillas colocando una plancha de metal sobre sus canvas, esparciendo la pintura sobre ello y frotándola con un cepillo dental.
Jack Cowart, el director ejecutivo de The Roy Lichtenstein Foundation, expresó que la retrospectiva expone la pertinencia de la obra de Lichtenstein.
“Esto tiene que ver con una carrera que fue mucho más compleja de lo que la gente habría pensado previamente”, afirmó.
La viuda del artista, Dorothy Lichtenstein, vio la exhibición en primicia y aseguró que no había visto algunas de las piezas desde el 1960. Asimismo, dijo que espera que la exposición le ofrezca al público una mirada más amplia hacia la última etapa de trabajo de su fenecido esposo. “Espero que la gente salga entendiendo que él hizo mucho más que cuadros de caricaturas”, comentó.