LA LLAVE DEL ÉXITO
Un pueblo educado es un pueblo en el que sus ciudadanos pueden progresar en igualdad de condiciones. Siempre he sido un asiduo defensor de la educación pública, particularmente de la Universidad de Puerto Rico. Estoy convencido de que la responsabilidad del estado no culmina en la escuela superior sino cuando nuestros jóvenes logran estar debidamente preparados para entrar a la fuerza laboral y competir con el resto del mundo.
Dos de mis cuatro hijos han estudiado en la UPR y me siento muy agradecido de lo que esta institución ha aportado a sus vidas.
Por eso no dudé en levantar mi voz durante el conflicto en ese centro docente y llamé a las partes a ceder en sus posiciones, advirtiéndoles de las consecuencias de la intransigencia. También exhorté a los funcionarios del Gobierno a demostrar tolerancia al lidiar con las protestas, pues en una democracia debe haber cabida para todas las ideas. Tanto las agresiones y daños a la propiedad por parte de algunos huelguistas, como el uso excesivo de fuerza por algunos policías fue reprochable.
Cuando me expresé lo hice convencido de que coincidía con el sentir de la gran mayoría de nuestro pueblo, y espero que mi intervención haya aportado a la resolución de la controversia.
La verdad es que Puerto Rico tiene un caudal de opciones para los que quieren cursar estudios post-secundarios. Aparte de la UPR, existen decenas de instituciones educativas privadas que proveen excelentes carreras cortas, así como bachilleratos, maestrías y doctorados. Desde que llegué a Washington, he apoyado las asignaciones de fondos y los programas federales que benefician a estas instituciones y lo seguiré haciendo.
Por otro lado, soy consciente de que las Becas Pell ayudan a más de 240,000 estudiantes puertorriqueños y he trabajado consecuentemente para defenderlas. En el 2009 me uní a mis colegas demócratas para aumentar el tope de la beca, el cual actualmente alcanza $5,550. También logré que se incluyera a Puerto Rico en el American Opportunity Tax Credit, ofrecido bajo la Ley ARRA, que permite que nuestros contribuyentes reciban un crédito de hasta $1,000 en