El Nuevo Día

Rememoran lo mejor de Coco y Black

Amigos de los jóvenes ahogados el sábado honran su memoria

- POR OSMAN PÉREZ MÉNDEZ operez@elnuevodia.com

GUAYANILLA - Aferrada a un álbum de fotos, una joven recordaba a su amado. Un amigo la consolaba, reviviendo a su vez las aventuras sobre patinetas junto a sus amigos fallecidos. Otra parte del corrillo, se tatuaba una imagen que les recordaría por siempre a Coco y a Black.

Los dos amigos, José Luis Amill Torres y Kevin James Jiménez Pacheco, falleciero­n el pasado sábado arrastrado­s por un golpe de agua mientras disfrutaba­n de las aguas de la poza conocida como “Charca de los Peces” del río Guayanilla.

Ayer, el resto de sus amigos lloraba su ausencia durante el velatorio en la funeraria Báez Memorial.

Ambos formaban parte de un grupo que muy temprano se trazó la meta de completar estudios universita­rios para salir adelante.

“Esto fue un trabajo de la escuela. Teníamos que preparar una boda, como si fuera para la vida real”, recordó Sharon Vázquez Martínez, mientras mostraba sus fotos de novia junto a José Luis.

“Preparamos todo, como si de verdad nos fuéramos a casar. Lo recreamos todo, cómo sería la boda, la luna de miel... como se llamarían los nenes. Él le puso a la nena el nombre de su hermana”, recordó Sharon, antes de irrumpir en un desconsola­do llanto.

Más calmada, la joven estudiante de ciencias políticas y derecho, rememoró que a José Luis “le dio pachó” cuando su abuela, quien estaba tomando las fotos para la recreación de la boda, les pidió que se besaran. “Estaba colorado. Aun- que él es trigueñito, se le veían las orejas rojas”, dijo sobre Black, como apodaban a José Luis según el mismo escogió, “porque se vacilaba que era negro”.

Justo antes del trágico evento del sábado, habían hablado y acordado pasar el domingo juntos. “Me dijo que me amaba”, dijo la joven apretando contra su pecho el álbum.

Mientras, Jean Paul Frataccio recordó cómo José Luis y Coco, como apodaban a Kevin, siempre estaban motivándol­os para estudiar, sin dejar de pasar buenos ratos “longueando” (montando patinetas).

“Cuando veíamos a alguien quedado, siempre comentábam­os, ‘mira a este, no va pa’ ningún lado’. Veíamos esos casos, gente buscando el pretexto para quedarse, y nos decíamos, ‘eso no puede ser para nosotros’. Siempre manteníamo­s esas metas de estudiar”, dijo Jean Paul.

De hecho, José Luis, estaba camino a integrarse al “Navy” tras haber aprobado unos exámenes de admisión, mientras que Kevin estudiaría biología.

“Siempre andábamos juntos, ayudándono­s. Éramos como hermanos”, añadió el joven que pronto comenzará estudios de ingeniería eléctrica.

Antonio Marti se hizo eco de esas palabras y recordó que tanto José Luis como Kevin, “dejaban de hacer sus cosas por ayudar a un amigo”.

Antonio rememoró que mientras estuvo en cama en su casa tras una operación de rodilla, ambos lo visitaban casi a diario.

Aunque el corrillo de amigos perdió al inseparabl­e y motivador dúo, ayer en la tarde, parte de ellos estaba tatuándose una imagen para recordarlo­s para siempre. “En honor a ellos, vamos a tatuarnos un coco, por Coco, con una sombra oscura por Black”, dijo Antonio.

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LOS AMIGOS de José Luis Amill Torres y Kevin James Jiménez Pacheco se consuelan mutuamente en la funeraria.

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