ELA Soberano: una solución viable
El plebiscito de estatus a celebrarse el próximo 6 de noviembre en conjunto con las elecciones generales, será un evento único en la historia política de nuestro país. Es la primera vez que los que favorecemos la descolonización de Puerto Rico convergeremos con una sola voz, para decirle a la comunidad internacional, y a Estados Unidos, que no estamos satisfechos con la subordinación de la presente relación territorial.
De prevalecer el “No” en la primera pregunta del plebiscito, habremos de colocar una gran responsabilidad sobre los hombros del gobierno de Estados Unidos.
Algunos puertorriqueños hubieran preferido otro mecanismo descolonizador, pero hay que aceptar que al presente éste es el único que tenemos disponible. Sin embargo, la participación en este plebiscito, no excluye la consideración futura de cualquier otro mecanismo genuino y efectivo. Independientemente de los argumentos en contra de la celebración del plebiscito, tales como la inmediatez de los graves problemas sociales que enfrentamos, las cuestionables razones para convocarlo o la ausencia de vínculos jurídicos con la metrópoli, el resultado tendrá consecuencias políticas trascendentales.
La primera pregunta incluida en la papeleta del plebiscito, provee la oportunidad esperada. Los favorecedores de la anexión, los independentistas, los soberanistas y los puertorriqueñistas de todas las modalidades, unidos en un propósito de país, adelantaremos la solución del problema centenario del estatus, votando “No”. Muchos de nuestros hermanos vivieron y murieron esperando un proceso como éste, pero nunca tuvieron este espacio. Hemos esperado por 114 años y no existe seguridad de que volvamos a tener otra igual. La oportunidad es ahora. No existe excusa racional de naturaleza alguna, para que aquellos que aspiran a que Puerto Rico deje de ser una colonia, dejen de acudir a las urnas, a votarle en contra a la misma y a favor de la opción descolonizadora que prefieran.
Una de las tres opciones descolonizadoras que está incluida en la segunda pregunta del plebiscito, es el Estado Libre Asociado Soberano (ELA Soberano). La opción del ELA Soberano estará representada por el símbolo de un pitirre levantando vuelo, tal y como lo soñaba el soberanista Willie Miranda Marín. La definición incluida para esa opción es conforme al derecho internacional.
El ELA Soberano es la solución descolonizadora viable al problema de estatus del País. En el ELA Soberano pasaremos de la relación colonial actual a una de soberanía, sin advenir a la independencia previamente, en un pacto de asociación con Estados Unidos.
El pacto será negociado entre naciones iguales, con respeto a nuestra dignidad de pueblo y con el reconocimiento de que nuestra soberanía reside en el pueblo de Puerto Rico. Esa negociación ocurrirá de manera pacífica y organizada. Serán elementos esenciales del pacto, la dualidad de ciudadanías, el libre tránsito entre ambas naciones, la representación en organismos internacionales, la negociación de tratados con otros países, la eliminación inmediata de las leyes de cabotaje, el control de nuestros aeropuertos y aduanas, así como todas aquellas competencias de la soberanía que nuestro pueblo determine ejercer. De igual manera, todos los pagos realizados por derechos adquiridos, tales como el Seguro Social y las pensiones de veteranos, estarán garantizados, así como el resto de las ayudas federales necesarias que se pacten.
El ELA Soberano es también una alternativa viable para que el gobierno de Estados Unidos resuelva su relación final con Puerto Rico. Este parece ser el sentir de muchos sectores en Washington y por eso, también esperan por el resultado del plebiscito.
La nueva relación con Estados Unidos se determinará en el marco de un pacto de asociación que se conocerá como el Estado Libre Asociado Soberano de Puerto Rico. Esa propuesta de pacto tendrá que ser aprobada por el pueblo; y se redactará en una asamblea de pueblo que se convocará una vez la opción del ELA Soberano resulte victoriosa en la consulta de estatus. De esa manera comenzaremos a construir el Puerto Rico que todos queremos.