ESCALOFRIANTES DETALLES
Arrestan y acusan por “carjacking” a dos hombres y dos mujeres La familia está destruida por el fatal desenlace José Enrique Gómez fue quemado y asesinado a golpes
La confesión de uno de ellos detalla los hechos
EL PUBLICISTA José Enrique Gómez Saladín suplicó por su vida antes de ser rociado con gasolina, prendido en fuego y asesinado a tubazos la madrugada del viernes en los predios del antiguo campamento penal de Guavate, en Cayey.
El cruento crimen fue detallado por Edwin Torres, uno de los supuestos implicados en el asesinato del publicista, en una declaración no juramentada de ocho páginas que prestó a las autoridades y a la que El Nuevo Día obtuvo acceso.
Según el testimonio de Torres, todo comenzó en la noche del jueves pasado cuando se reunió en casa de la Prieta (Lenisse Aponte Aponte), con Alejandra Berríos Cotto (Nana) y Rubencito (Delgado Ortiz) y les dijo a sus compinches que necesitaba dinero para pagar la renta de su hogar en la barriada Morales.
Allí todos acordaron salir a hacer “un tumbe” y decidieron que el robo lo harían en el área de trabajo de la Prieta, frecuentada por mujeres y hombres que se prostituyen, y que ubica en el estacionamiento de Automeca, donde era el antiguo cuartel municipal de Caguas, en la calle Padial.
Según la confesión del joven entregado a la Policía por su madre, al área llegó una guagua Matrix que comenzó a dar varias vueltas hasta que finalmente se detuvo al lado de la Prieta.
“La Prieta entonces hizo un gesto con la mano y las dos mujeres se montaron en el carro del publicista. Más adelante se montaron los dos hombres y, cuando estaban todos en el carro, la Prieta co- menzó a decirle al publicista que le debía dinero de la otra vez que habían estado juntos y que tenía que dárselo, ya que ella, según alegó, a su vez le debía dinero a los dos hombres. El publicista le dijo que no tenía dinero. Ahí van a la ATH y sacan los $400”.
El dinero fue sustraído de un cajero automático en la urbanización Condadito, en Caguas.
La alegada confesión de Torres destacó que cuando la víctima de 32 años regresó a su vehículo le entregó el dinero a Delgado Ortiz. Entonces, los sospechosos le dieron un fuerte golpe en la cabeza al publicista, lo colocaron en el asiento posterior del vehículo y tomaron control del mismo. Se dirigieron a una gasolinera Shell en Caguas para llenar un envase con combustible.
Entonces, llevaron al publicista hasta Cayey a las ruinas del complejo penal de Guavate. Allí se bajaron en el terreno baldío y le dijeron: “Arrodíllate”. Estando el publicista de rodillas, lo golpearon con diversos objetos que encontraron allí mismo. Luego le echaron gasolina mientras él decía que por favor no le echaran más, que por favor pararan, que le ardían los ojos.
También, de acuerdo con una versión circulada por la Policía, llegó a exclamar: “¡Déjenme morir!”.
Entonces uno de los sospechosos le dijo al otro: “Haz una línea para que no te quemes”, y luego lo prendieron en fuego, detalla la supuesta confesión de Torres.
Una vez los implicados prendieron en fuego a Gómez Saladín este se paró,