en el mejor bienestar para el menor”
TESTIMONIO CONTROVERSIAL
Gran parte de los argumentos en contra de la reunificación de las menores con Cacho se basaron en el testimonio ofrecido en sala por la psicóloga Elsa Cardalda, quien además de fungir como perito del Estado, trataba a las menores con terapias “narrativas”.
“La doctora Cardalda concluyó no recomendar relaciones maternofiliales y que la custodia debía concederse al padre, por ser quien les garantizaba seguridad a las niñas”, dice la sentencia.
No obstante, el testimonio de la psicóloga quedó en entredicho en el Apelativo por la función dual como terapeuta y perito, condenado en varios casos que han generado jurisprudencia.
El DF, apoyándose en los testimonios de Cardalda y de la trabajadora social Iralis de Jesús, basó su evidencia de que Cacho era detrimental para el bienestar de las menores. El argumento era simple: si ella no podía justificar lo que le pasó a Lorenzo, ¿cómo podía garantizar la seguridad de las otras dos menores?
La trabajadora social añadió que Cacho había manipulado e influenciado a las menores para que no brindaran información sobre la muerte de Lorenzo en lo que describió como encubrimiento.
Estas posturas contradecían el testimonio de la psicóloga María del Mar Torres, quien declaró en sala que Cacho poseía la capacidad para proteger a las menores.
FELIZ CON LA DETERMINACIÓN
Ayer Cacho se expresó emocionada porque la determinación abría la posibilidad de pronto poder abrazar a sus hijas. “Poco a poco está saliendo la verdad y se está haciendo justicia”, dijo la mujer.
Su abogada, Sharon González, se limitó a opinar que la determinación hace justicia a las reclamaciones de su representada. No habló sobre el caso en sus méritos por la orden de mordaza imperante. Tampoco lo hizo la secretaria de la Familia, Yanitsia Irizarry, quien solo mencionó que “respetaban la determinación de los tribunales”.
Cacho y su amigo Jesús Genaro Camacho fueron declarados por el Departamento de Justicia como sospechosos de la muerte de Lorenzo. Ambos han negado ser los responsables del asesinato.