Sed de un plan “creíble”
El CNE atisba el fin de la reforma contributiva y cambios en impuestos para pagar la crisis
Pese a los recortes, el déficit promedio ronda los $1,500 millones
LA ENCRUCIJADA fiscal y económica que enfrenta Puerto Rico requerirá atender la crisis de solvencia de los planes de pensiones y posponer la segunda etapa de la reforma contributiva.
También requerirá que los diversos sectores y la clase política se sienten a desarrollar un plan “creíble” ante el mercado inversor, cuidándose de que grupos externos, incluyendo las casas acreditadoras, no pretendan dirigir el país como pasó hasta cierto punto en Europa con la crisis de deuda soberana.
Esa es la fina línea en la que Puerto Rico tendrá que conducirse en los próximos meses, según el Centro para la Nueva Economía (CNE).
OBLIGADO ANALIZAR IMPUESTOS
“Hay que tener una reforma fiscal verdadera, no jugar con dos impuestos como se hizo aquí. Va a haber que mirar todos los impuestos”, dijo Sergio Marxuach, a cargo de política pública en el CNE.
Según Marxuach, Puerto Rico no aguanta mucho tiempo más sin una reforma fiscal que modifique el arbitrio a las corporaciones foráneas, pero tam- bién racionalizar el impuesto a la propiedad –ahora bajo el control de los municipios– y “otros impuestos que hemos postergado por décadas”.
Sostuvo que, aun cuando $1 de cada $5 en el Fondo General viene del arbitrio a las foráneas, los recaudos han vuelto a bajar un 3% en lo que va de año fiscal.
En ese contexto, no va a ser factible modificar el impuesto a la venta y uso (IVU), salvo para considerar un alza.
Según Marxuach, el gobernador electo Alejandro García Padilla podrá eliminar la segunda etapa de la reforma contributiva porque le votó en contra siendo senador, pero si propone cambiar el IVU para adoptar un impuesto al valor añadido (IVA), nada podrá hacerse sin que lo aprueben los bonistas.
Puerto Rico llegó a su pico en los recaudos netos del Fondo General en el año fiscal 2007, cuando registró unos $8,862 millones. Desde entonces, el Fondo de donde se paga la nómina, la tarjeta de salud, la Policía, entre tantos otros servicios, no se ha recuperado.
Pese a los recortes que efectuó la administración de Luis Fortuño, en promedio, el déficit en este cuatrienio fue de $1,500 millones, partiendo de la compilación del CNE.
“Cuando se refinancia el servicio a la deuda es que estamos pagando intereses con préstamos”, subrayó Marxuach para dramatizar el crítico cuadro fiscal.
Según Marxuach, la Corporación del