Grave la falta de trabajadores sociales
Más profesionales podrían prevenir desenlaces trágicos en casos de abuso de menores
LA ESCASEZ de trabajadores sociales capaces de atender la gran demanda de ayuda por casos críticos sometidos al Departamento de la Familia podría haber incidido en el trágico desenlace de sucesos negligentes. Uno de estos es el caso que resultó en la muerte del menor de cinco meses que luego de ser asesinado por su madre fue ocultado en un congelador.
Michael González, catedrático asociado de sociología en la Universidad de Puerto Rico, Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), expuso ayer que deberíamos elevar a un estado de emergencia nacional el estado de los derechos humanos de los niños y niñas en Puerto Rico.
Para ello, entiende, es importante brindar las herramientas adecuadas a los trabajadores sociales para que puedan ejercer su trabajo efectivamente. Según el profesional, estos son los llamados a manejar las situaciones de salud mental porque son los expertos tratando casos críticos.
“El Tribunal los trata como trapo, como si fueran niñeras”, criticó. “Deberíamos otorgarles la autoridad y herramientas que necesitan”, añadió el sociólogo.
González opinó que es vital no inundar de casos a los funcionarios, e instó a la Policía y a los Tribunales a dar apoyo en los señalamientos que emiten los trabajadores que son los que atienden la primera fase de los problemas de los núcleos familiares en crisis.
Un supervisor en el Departamento de la Familia que no quiso identificarse no entiende por qué la secretaria de la agencia, Yanitsia Irizarry, no ha aceptado públicamente la crisis que tienen.
“He deseado escuchar a la secretaria aceptar la situación crítica de la agencia. Necesitamos personal y trabajadores sociales”, aseveró. Recientemente trascendió que la senadora electa Rossana López León investigará la labor de Irizarry motivada por la gran cantidad de casos que la agencia no ha podido atender, el que se estima en 30,000.
Según el funcionario, es imposible que un trabajador social lleve adecuadamente más de 30 casos. Explicó que los casos en tribunales son más complejos, por lo que cuando un funcionario tiene que llevar 17 casos de estos, los demás quedan rezagados. “Lo normal debería ser atender 10 casos, y aún así es una carga grande”, dijo.
En su área –la que prefirió no identificar por temor a represalias–, hay casos que no se han visitado en años, por falta de personal para atenderlos. “Es imposible manejar todo a la vez. Todos los días sacrificas algo para cumplir con otra cosa”, dijo.
Por su parte, González expuso que la crisis local de maltrato contra menores de edad –que en ocasiones ha culminado con un fin trágico– deberían alarmar igual que la masacre ocurrida en un plantel elemental en Newtown, Connecticut. “Si sumas todos los niños que han muerto en Puerto Rico por negligencia de padres o del Estado son más de 20 los casos fatales”, culminó González. Este diario intentó sin éxito obtener una reacción de la secretaria del Departamento de la Familia.