Nochebuena
Dicen que dijo Teodoro que habría que echar pastillas anticonceptivas en el agua para que algunas mujeres no siguieran pariendo como roedores. En estos días casi simpatizo con la propuesta. Igual podrían realizarse vasectomías en masa porque lo que es igual no es ventaja y hay hombres que se reproducen como conejos.
Esta noche no es Nochebuena. Suri, la hija de Tom Cruise, recibirá en Navidad una mansión y un poni valorados en más de trece millones de dólares. Un niño de once años recibió una muerte a balazos y un bebé de cinco meses una estadía de seis días en el congelador y posterior visita a la morgue.
A Suri los fotógrafos la persiguen. Al bebé de nombre desconocido nadie parece haberlo extrañado. Casi una semana estuvo la criatura en un congelador. No sabemos si tiene padre, pero sí padrastro. En este mundito nuestro, televisores y juegos electrónicos son niñeras, los gritos sustituyen a las nanas y los hijos tienen de nutricionistas a los “fast foods” que facilitan que la criatura se trague las calorías sin tener que bajarse del auto. Millones de niños y niñas ansiosos porque llegue el día de abrir los regalos que intentarán sustituir carencias concretas. Al final, de eso trata la ocasión, de regalar cosas cargadas a las tarjetas de crédito y sus intereses traicioneros. Los regalos de una veintena de niños y niñas de Newtown se quedarán sin abrir porque sus recipientes yacen en algún cementerio de la ciudad o sus cenizas reposan sobre la chimenea.
Cursis que somos cuando hablamos de la niñez como el futuro. Los que sobreviven a las balas y al maltrato van acumulando las cicatrices de la violencia que la sociedad toda descarga contra ellos. Una excursión es hacer fila para consumir donas y tenis. Donde terminan los derechos de los padres y de las madres comienzan los de sus hijos.
Atosigamos violencia, consumismo y pretendemos salud mental, coherencia. Crecen y un día cualquiera conducen hasta una escuela elemental y la emprenden a tiros contra otros niños. Escandalizados nos preguntamos qué pasó. Really?