Parece, pero no es
Las flores artificiales se transforman para ofrecer elegancia a cualquier espacio
Madrid- Durante décadas las flores artificiales han sido las grandes incomprendidas, pero ahora su pulcro diseño, las texturas y los tonos en los que se presentan constituyen una auténtica novedad en la decoración del hogar.
Las vemos en jarrones de la cocina a la sala, ya que permiten mantener una primavera eterna en el interior de nuestra casa.
La nueva generación de flores artificiales para el hogar no tiene complejos y lucen tan delicadas como si se tratara de flores naturales.
Susana García, jefa de producto de los establecimientos Sia, comenta que este tipo de flores “se han convertido en un complemento imprescindible que convive con las flores y plantas naturales sin necesidad de depender de la estación del año”. De hecho, la tendencia es mezclar elementos naturales y artificiales para enriquecer las composiciones florales.
Lirios calas u orquídeas, todo tipo de flores se presentan con minuciosos acabados en tela, terciopelo o látex y reproducen texturas idénticas al modelo que imitan para intentar lograr el tacto de la original.
El color se añade pintado a mano, utilizando degradados, de esta manera se plasman detalles casi imperceptibles que se encuentran en las plantas naturales, incluso se imitan las imperfecciones en tallos, pétalos y hojas. Este tipo de acabado es lo que ofrece una alta calidad y favorece que la flor no envejezca. Incluso se pueden lavar.
La similitud con el original es tal que, la diseñadora de interiores Maite Canterano, especialista en preparar este tipo de centros de florales, explica que mucha gente se detiene a discutir si las flores que se exponen “son naturales o artificiales”.
Luis Cuadrado, gerente de Concept Decoración, incide en que “hay flores de tanta calidad que hasta que no se tocan” no se percibe que son artificiales.
Aunque si hay algo que todavía no se puede reproducir es el olor. “Pero no es descartable en un futuro”, agrega García, que añade que hay una búsqueda constante de materiales y técnicas “para reproducir de la forma más fiel las flores naturales y una parte de ellas es su aroma”.
Lo más cercano a esta posibilidad, por ahora, es rociar la tela con su perfume floral.