Una CURA para el aburrimiento
DESDE PEQUEÑOS, LOS NIÑOS DEBEN APRENDER QUE HAY MOMENTOS PARA ESTAR SOLOS, PARA PENSAR O PARA INVENTAR ELLOS MISMOS SUS PROPIAS FORMAS DE DIVERTIRSE
Aburrimiento. Según el diccionario, es un estado de ánimo que surge por falta de diversión. No es de extrañar, entonces, que cuando tus hijos te lanzan la temida frase: “estoy aburrido”, sientas casi casi una urgencia por convertirte en payaso, acróbata o mago para borrar la trompa de su cara y cambiarla por una sonrisa.
Pero ¿qué realmente implica para ellos estar aburridos?. Sicólogas y estudiosos tienen varias teorías.
¿QUÉ ES EL ABURRIMIENTO?
Según la doctora Omayra Santiago, “aburrimiento es no dejarles (a los niños) hacer lo que quieren”. Mientras, para la terapista ocupacional, Sandra Colón Rosado, este estado de ánimo puede responder a una necesidad de atención por parte de los padres.
“El aburrimiento puede refle- jar una sensación de desinterés, apatía, cansancio, falta de energía”, apunta, por su parte, la sicóloga clínica Giselle Medina.
En su opinión, cuando los pequeños afirman estar aburridos en realidad están lanzando un grito de ayuda.
“El niño lo que dice es: enséñame qué hacer con mi tiempo”, apunta la sicóloga.
Aunque hay tantos matices para abordar el asunto, en algo coinciden las expertas e incluso los estudios relacionados al tema: de vez en cuando, es bueno que los niños se aburran.
Así es porque, según el reconocido neurocientífico, Baroness Greenfield, los obliga a buscar qué hacer. Va más lejos al identificar las agendas demasiado cargadas y estructuradas como una posible amenaza al desarrollo de sus hijos.
“Varios expertos indican que los niños de hoy están acostumbrados a las agendas cotidianas donde los padres o algún adulto tiene el control de todo lo que hacen. Ir al colegio, luego el deporte, hacer las tareas, en fin, diferentes tareas que llenan el día y dejan poco espacio para la inventiva”, comenta Colón. Tiene sentido concluir que demasiada estructura y alternativas de qué hacer con el tiempo siempre accesibles cancelan el antídoto perfecto al aburrimiento. Este es, nada menos, que la creatividad.