Muévete y aprende
Reconocida neurobióloga ofrecerá talleres para potenciar el aprendizaje
El movimiento es vital para el desarrollo del cerebro. Necesitamos actividad física para promover la formación de importantes conexiones neurológicas. Sin embargo, a veces esta necesidad pasa desapercibida en la escuela, la casa o la cotidianidad de la rutina laboral.
Para crear conciencia al respecto basta pensar en cuántas horas del día niños y adultos pasan sentados, casi estáticos, en un escritorio. Especialistas en los procesos de aprendizaje cada vez prestan más atención a la importancia de romper con ese patrón para integrar mucho más el cuerpo, la mente y las emociones, a lo largo de toda nuestra vida. Hacerlo beneficia tanto el potencial intelectual individual como la calidad de vida.
Así lo afirma Carla Hannaford, reconocida neurobióloga, conferenciante internacional y educadora, quien estará de visita en Puerto Rico para abordar el tema y ofrecer varios talleres.
“Mientras más nos movemos, más desarrollamos la energía en nuestro cerebro”, plantea en entrevista telefónica. “La investigación dice que gente entre los 70 a 80 años de edad disminuyen su riesgo de demencia en un 69% solo con bailar dos veces a la semana”, añade la tam-
bién autora de varios libros, entre ellos, el éxito en ventas Smart Moves: Why Learning Is Not All in Your Head.
Las enseñanzas de Hannaford, basadas en investigación científica de avanzada, promueven el movimiento como una parte escencial del aprendizaje a través de los sentidos. Ese que logra mayor retentiva porque nace de la experiencia, tal como ocurre cuando en vez de observar el crecimiento de una planta de habichuelas en un libro, los estudiantes la siembran y la cuidan hasta ver aparecer el grano.
En los talleres y charlas que ofrecerá en Puerto Rico, la doctora compartirá las premisas que sustentan su acercamiento a lo que llama el aprendizaje vivencial. Además, enseñará herramientas y movimientos integrados (la base del método Brain Gym) que pueden ser practicados por niños y adultos para potenciar sus capacidades.
Estas estrategias, asegura Hannaford, han sido utilizadas como parte del tratamiento de niños con condiciones como déficit de atención y problemas de aprendizaje. Pero benefician a personas de cualquier edad que deseen mantener el cerebro en forma.