En intensivo la AEE
Está sumergida en una seria crisis fiscal y la falta de mantenimiento en su infraestructura reduce la confiabilidad del sistema eléctrico
LA AUTORIDAD de Energía Eléctrica (AEE) está sumida en una crisis fiscal por gastar mucho más de lo que ingresa en sus arcas, no dar mantenimiento a sus instalaciones y pagar el mínimo de lo que adeuda a los bonistas.
Como parte de las recomendaciones para atender el descalabro fiscal figura la reestructuración de la tarifa de la luz, proceso que suele culminar con aumentos. No obstante, el director ejecutivo de la AEE, Juan Alicea Flores, aseguró que en realidad se tratará de un cambio de diseño en la factura y no un alza.
Uno de los asuntos más serios es el mantenimiento inadecuado que está recibiendo el sistema, asunto que re- duce su confiabilidad y que podría traducirse en interrupciones, apagones y, en el peor caso, averías mayores. Lo anterior supondría impactos adversos a la economía.
Las cifras son más que elocuentes: el mantenimiento de la red no alcanza ni el 50% ni en el norte ni en el sur. La del norte está en un 7% de mantenimiento completado y la del sur en un 36%. Los datos están contenidos en una presentación que Alicea Flores hizo a la Junta de Gobierno de la AEE el mes pasado.
El funcionario reconoció que ofreció la presentación. Declaró que su reto es poner al día el sistema antes del 1 de junio, cuando comienza la temporada de huracanes y cuando recrudecen los calores veraniegos, con lo cual también se dispara el consumo energético en Puerto Rico.
Aseguró tener un plan –del que no dio detalles– para lidiar con el mantenimiento del sistema eléctrico. “Sí, yo garantizo que estará listo, yo no creo que vaya a estar 100% con lo que yo quiero hacer, pero sí para tener el sistema robusto, suficientemente fuerte para enfrentar un huracán como los que vienen aquí”, dijo.
La fragilidad de las finanzas de la AEE se manifiesta en un alza de más de $180 millones en gastos operacionales en comparación con los que hubo en el 2000. La cifra del 2000 no aparece en el informe titulado Radiografía de la AEE.
Esta alza no considera lo que se destinó para la compra de combustible y la compra de energía a cogeneratrices privadas. Para este año se esperan pérdidas operacionales de $414 millones. La suma se uniría a los $1,174 millones en pérdidas operacionales por los pasados cinco años fiscales, expone Alicea Flores en el documento.
El informe también revela que la venta de energía se ha reducido, pues la población ha bajado el consumo “mayormente por el constante aumento en el precio de la electricidad a causa del alza en el precio del combustible”.
La baja en venta de luz y el alza en gastos operacionales influyeron para que en noviembre del año pasado el pago de la deuda a los bonistas se redujera al nivel mínimo permitido en el contrato del fideicomiso. Esto ocurrió a pesar de que en el 2012 la deuda se refinanció, lo que ubicó el pago a los bonistas en una zona segura. Pero, en solo meses, el pago de la deuda disminuyó dramáticamente, lo que implica que la AEE pagará más por una cantidad mayor de tiempo. En el 2012, también Moody’s declaró “chatarra” la deuda de la AEE.
“Eso demuestra mala administración”, comentó el representante de los ciudadanos en la Junta de Gobierno, Agustín Irizarry, quien destacó que la escasez de fondos para pagar a los bonistas aún persiste.
“ALERTA” A LOS BONISTAS
Esa situación, unida a otros factores, como los cambios frecuentes en la gerencia, la falta de liquidez y la dependencia en combustibles derivados del petróleo, envía mensajes de “alerta” a las agencias clasificadoras, destaca Alicea Flores. A modo de ejemplo, el director ejecutivo presenta en el informe unas gráficas sobre cuánto factura la AEE y cuánto logra cobrar. Solo en cinco meses, la AEE logró cobrar más de lo que factura debido a cuentas morosas. En el 2012, la morosidad equivalió a $127 millones sin cobrar y subió a $132 millones a enero de 2013. Los clientes más morosos están en las regiones de San Juan (26.5%) y Bayamón (16.7%), detalla el informe.
“El 58% de las averías es por desganche; 300 de los 575 transformadores sobrepasan su vida útil y el costo de estos equipos fluctúa entre $350,000 y $3,700,000 cada uno”, se indica en el informe.
“Es un sistema sin mantenimiento que sigue funcionando porque está bien diseñado”, dijo Juan Rosario, representante del ciudadano en la Junta de Gobierno de la AEE.
“Parte de la inversión necesaria para el mantenimiento se puede financiar. Hay que convencer a los bonistas de que la AEE está haciendo las gestiones correctas para ponerse al día en términos de sus operaciones”, afirmó.
De las subestaciones y los centros de transmisión, un 30% requiere rehabili- tación y del sistema soterrado 1,300 millas tienen más de 30 años. “Esto ocasiona que tengamos 2,376 averías soterradas con provisionales aéreos”, lee el informe. Los provisionales aéreos son reparaciones con cables de poste a poste que usualmente son temporeros y son más baratos que reparar la línea soterrada. “Aproximadamente, 30% de las subestaciones y centros de transmisión requieren rehabilitación de los sistemas de protección y reemplazo de equipos auxiliares deteriorados”, agrega el documento.
El área céntrica de transmisión y distribución de la AEE tiene 44% de sus plazas vacantes, las cuales corresponden a celadores y podadores. Mientras que de su flota vehicular, la AEE solo cuenta con un 77.5% disponible.
Para cumplir con las nuevas regulaciones de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), que exigen que para el 2015 la emisión de particulado de las termoeléctricas se reduzca a la mitad de lo que producen hoy día, el informe propone pedir una prórroga por una año más. Destaca que para alcanzar tal cumplimiento, la AEE necesita millones de dólares.
El director del Centro para una Nueva Economía, Sergio Marxuach, ha dicho que la AEE podría encarar la quiebra y no tendría dinero para cumplir con los nuevos requisitos de calidad de aire de la EPA. Para eso necesitará casi unos $2,000 millones y un plan de mejoras capitales tan pronto como en dos años, según Marxuach.
Gran parte de ese cumplimiento ambiental se cimienta en el cambio de petróleo a gas. Ahora bien, de los contratos de energía renovable que ha otorgado la AEE, solo cuatro conciernen a gas y totalizan 11.5 megavatios. En total, la AEE tiene 63 proyectos de energía renovable en los que no medió el proceso de encuesta de precio. Por lo tanto, se compra cara la energía renovable. “Eso era un
field day; se volvieron locos firmando contratos sin saber cuántos cabían dentro de la red”, dijo Rosario.
“Interconectar los proyectos de energía renovable de forma que sea segura es mi segundo reto. Atender el hurto de forma agresiva, de forma tal de que podamos recuperar esa energía y los clientes no se me afecten es el tercero, y el cuarto cumplir con la reglamentación ambiental”, señala el funcionario.