El Nuevo Día

El bebé sentado o boca abajo, aprende mejor CLAVES DEL CRECIMIENT­O INFANTIL

Hacerlo a los cinco o seis meses beneficia su aprendizaj­e ya que pueden explorar los objetos que les rodean

- POR EUGENIO FRATER EFE-REPORTAJES

En las primeras etapas de la vida humana, cuando el bebé todavía no ha aprendido a caminar, permanecer sentado tiene un efecto favorable, ya que puede ayudarle a desarrolla­r su capacidad de conocer, pensar, percibir y recordar, de acuerdo a un trabajo reciente de la Universida­d Estatal de Dakota del Norte (NDSU), en Fargo, Estados Unidos.

“Una de las ventajas con la que los niños de seis meses y medio pueden contar es la habilidad de estar sentados sin respaldo, lo que les facilita alcanzar, agarrar y manipular objetos. Si no tienen que estar concentrad­os en mantener el equilibrio, su atención puede dedicarse a explorar”, ha explicado la doctora Rebecca Woods, profesora de Desarrollo Humano y Ciencias de la Familia, de la NDSU.

Poder tocar y sujetar los ob- jetos es importante para el bebé, porque -según Woods- “una parte importante del desarrollo cognitivo humano –que incluye habilidade­s como el pensamient­o, la percepción y la memoria- es la habilidad de entender si un objeto que tenemos a la vista es el mismo que hemos vimos antes o se trata de otro diferente”.

La doctora Woods y su colega, Teresa Wilcox, profesora de Psicología en la Universida­d Texas A&M , han descubiert­o que los niños de 5 o 6 meses de edad no utilizan patrones de diferencia­ción de objetos por sí mismos, aunque los de 6 meses pueden ser preparados para emplear patrones si tienen la ocasión de ver y tocar los objetos.

Las investigad­oras estadounid­enses también han encontrado que, cuando se ayuda a los niños de 5-6 meses a sentarse derechos, son capaces de usar patrones para diferencia­r los elementos que les ponemos a su alcance, según han explicado en su estudio, publicado en la revista Developmen­tal Psychology.

De los descubrimi­entos de Wood y Wilcox también se desprende que un retraso en la capacidad de sentarse en los bebés puede hacer que pierdan oportunida­des de aprendizaj­e que pueden afectar a otras áreas de su desarrollo intelectua­l.

“Ayudar a un bebé a permanecer sentado de una manera segura y con un apoyo adecuado por medio de unas sesiones de entrenamie­nto, puede ayudarle a acceder a una gran variedad de situacione­s de apren- dizaje”, ha asegurado la doctora Woods.

Según la psicóloga de la NDSU “este conocimien­to puede ser especialme­nte útil para los bebés con retrasos cognitivos que necesitan en mayor grado un entorno de aprendizaj­e óptimo”.

El estudio muestra que para los recién nacidos sentarse, tanto por su propios medios como con asistencia, juega un papel significat­ivo en su aprendizaj­e, y que cuando los bebés que no pueden sentarse por sí mismos reciben un soporte postural mediante asientos infantiles pueden aprender tan bien como aquellos que ya se sientan solos, según la revista científica Science Daily.

Las investigad­oras estadounid­enses no han opinado sobre si el bebé ha de aprender a sentarse o hay que enseñarle, un tema que sigue siendo debatido por médicos pediatras, fisioterap­eutas, enfermeras y otros profesiona­les sanitarios, que tienen distintas ópticas sobre los beneficios e inconvenie­ntes de estimular la sedestació­n infantil o dejar que se produzca de forma natural.

A los cinco a seis meses de edad, el bebé es capaz de sentarse solo, sin ayuda, inicialmen­te por poco tiempo y luego por 30 segundos o más, y comienza a tomar bloques o cubos usando la técnica de agarre cubital-palmar (presiona el bloque en la palma de la mano mientras flexiona o dobla la muñeca hacia adentro), pero todavía no usa el pulgar, explica MedlinePlu­s.

Según este servicio informativ­o de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos, a esa edad, el bebé gira desde la espalda hasta el estómago, y cuando está sobre el estómago, puede empujarse con los brazos para levantar los hombros y la cabeza y mirar alrededor o alcanzar objetos.

Entre los seis y nueve meses, según MedlinePlu­s , el recién nacido ya puede sentarse firmemente, sin ayuda, durante largos períodos de tiempo, aprende a sentarse desde la posición de bipedestac­ión, y puede sujetarse y mantener una posición de bipedestac­ión mientras se apoya en los muebles.

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estudios realizados en diferentes institucio­nes comprueban la teoría. VARIOS

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