La UPR no fue la única víctima
La ACAA, bajo la anterior jefatura de Julio Alicea, fue timada por la suma de $100,000, pero el engaño fue descubierto
Patente el escaso rigor en la verificación de desembolsos
AL MENOS dos entidades gubernamentales cayeron ante el asombroso esquema para timar al Gobierno que ha puesto de relieve los pobres procedimientos de verificación de los desembolsos, puesto que en esas dos instancias los cheques fueron emitidos sin mayor do- cumentación y pagaderos a nombre del secretario de Asuntos Públicos de La Fortaleza, Jorge Colberg Toro, y la titular de Hacienda, Melba Acosta.
Estos funcionarios no están para nada ligados al esquema. Los timadores usaban sus identidades para confundir a las entidades gubernamentales en un intento de legitimar el desembolso de fondos públicos.
Ayer El Nuevo Día pudo constatar que al menos una decena de alcaldes y siete dependencias estatales recibieron llamadas de los timadores, de los cuales al menos tres ya han sido encausados por los delitos de tentativa de apropia- ción ilegal, fraude y robo de identidad.
La Fortaleza no descartaba ayer que los implicados en el esquema hayan violado alguna ley federal, puesto que en el esquema se enviaron correos electrónicos, lo que podría justificar una jurisdicción en el foro estadounidense. El Departamento de Justicia, por su parte, estima que, además de los tres procesados, hay muchos más envueltos en el esquema. No se descarta, inclusive, la complicidad de empleados gubernamentales. “Esperamos que haya más arrestos”, dijo el titular de Justicia, Luis Sánchez Betances, al insistir que gracias a la intervención de Justicia no hubo pérdida de fondos públicos. Ellos detectaron la emisión de los cheques de la Universidad de Puerto Rico (UPR) como parte de la pesquisa en contra de los timadores.
El fraude más significativo fue el perpetrado contra la UPR, cuyo presidente, Miguel Muñoz, admitió ayer haber sido la víctima directa del engaño tras recibir una llamada de un sujeto que se hacía pasar por Colberg Toro.
No hay explicaciones claras de cómo la UPR emitió tres cheques de $50,000 pagaderos a Colberg Toro, pese a que la Universidad sabe que el funcionario no tiene contratos, negocios o razón alguna legítima para recibir estos fondos que en realidad eran para los timadores.
Ayer Sánchez Betances no podía explicar este fenómeno administrativo que se repitió en la Administración de Compensaciones por Accidentes de Automóviles (ACAA), bajo la jefatura de Julio Alicea, quien ayer no estuvo disponible para explicar el asunto.
“Eso es algo para lo que vamos a esperar la investigación interna de la UPR y dependiendo de los hallazgos vamos a actuar... No puedo contestar cómo pasó algo así. Yo sé cómo yo respondí frente a esa situación”, dijo Sánchez Betances al explicar que él mismo recibió una llamada de los timadores haciéndose pasar por Colberg Toro.