Sentenciado a 38 años un depredador sexual
Una madre narra en corte los efectos devastadores del abuso sobre ella y su hijo
MÚLTIPLES INTENTOS de suicidio, hospitalizaciones en centros psiquiátricos, mutilación de su cuerpo por depresiones severas y un hijo que no habla y apenas sale de su cuarto forman parte del dantesco cuadro que describió ayer en la sala del juez federal Francisco A. Besosa una madre cuyo retoño fue víctima de abuso sexual.
En una emotiva vista de sentencia en contra de Armando Rodríguez Rodríguez, convicto por explotación sexual de menores y cuyo caso tiene la mayor cantidad de víctimas varones de todos los que se han radicado en el Tribunal Federal, la madre de una de sus víctimas clamó a Besosa por una sentencia dura contra el implicado de destruirle la vida a su familia.
Al final, el juez Besosa condenó al hombre de 42 años a una pena de 38 años de prisión, los que deberá cumplir de forma consecutiva respecto de una sentencia estatal de 15 años por los mismos hechos.
“Armando y yo fuimos bien amigos; tenemos la misma edad y su hija estudiaba con mi hijo. Cuando me enteré de lo que hizo, intenté suicidarme cinco veces, mutilé mi cuerpo. Estoy en tratamiento por depresión masiva con psicosis. Cada vez que me hago un tatuaje que tapa las heridas que me he hecho, significa el odio que le tengo a Armando. Él entró a mi casa como un ángel, era el mejor padre, y jamás pensé que fuese capaz de hacer lo que le hizo a mi hijo y a los demás”, expresó la mujer ante Besosa.
Con voz temblorosa, cabizbaja y entre lágrimas, la madre detalló que su hijo confió mucho en el acusado y que, a consecuencia de los abusos sexuales a los que fue sometido, pasa mucho tiempo encerrado en su cuarto y vive callado.
“No me importa seguir cortándome las venas hasta que él pague por lo que le hizo a mi hijo y a los demás. A las otras madres, emocionalmente, les ha causado lo mismo que a mí. No creo que sea justo que este hombre salga en libertad nunca. Desde la cárcel se comunica con los nenes que él violó, y no puedo entender cómo eso es posible. No es fácil estar aquí parada, pero juro ante usted y ante Dios que si lo tuviera de frente le arrancaría el corazón”, concluyó.
Acto seguido, el fiscal federal Mashal Morgan, quien llevó el caso en contra de Rodríguez Rodríguez, preso desde enero de 2010 por posesión de 600 imágenes de pornografía infantil, producción de pornografía infantil con varios vídeos y extorsión sexual, señaló a Besosa que el acusado merecía una condena no menor de 38 años por sus actos.
“Es un depredador sexual y los vídeos demuestran su fuerza en contra de los niños, además de que extorsionaba a sus víctimas. Las víctimas aquí son cinco niños que fueron abusados por muchos años y tuvieron con este acusado su primera experiencia sexual. No hablamos solo de fotos, sino de vídeos sexuales explícitos con menores de 12 años”, puntualizó Morgan.
Por su parte, antes de escuchar la sentencia de Besosa, Rodríguez Rodríguez pidió perdón por sus acciones a su familia y a las víctimas.
“No me siento orgulloso de mis acciones, pero me siento orgulloso de haberlos conocido”, dijo. “Me siento arrepentido en la totalidad de todo lo que hice. Contrario a lo que muchos piensan, en este momento no me siento preso. Me siento en libertad, ya que no tengo oportunidad de hacerle daño a nadie”, agregó el convicto por violación de cinco menores.
Asimismo, el convicto aseguró que será una mejor persona el día que salga de prisión, si es que sucede cuando extinga un total de 53 años de prisión entre las dos condenas impuestas en el foro federal y estatal por estos actos criminales.