Nuevo modelo de gobernanza municipal
Son muchas las propuestas para reformar nuestros gobiernos municipales, producto del presente entorno socioeconómico que obliga a repensar sus roles y estructuras. Ejemplo de ello es el Proyecto de la Cámara Número 1 que propone el establecimiento de regiones autónomas para agrupar municipios. Su objetivo es optimizar la administración de sus recursos, mejorar la eficiencia en la prestación de servicios y así lograr una mejor calidad de vida de los ciudadanos, sin menoscabar la identidad de cada municipio.
Este proyecto es un paso de avance para fortalecer el rol de nuestros municipios como las entidades gubernamentales más cercanas a los ciudadanos, permitiéndoles ser más eficientes y competitivos. El proyecto facilitará que nuestros ayuntamientos colaboren entre sí mediante arreglos intermunicipales y regionales que permitan la consolidación de servicios y programas administrativos comunes, generar eficiencia en la prestación de los mismos y reducir costos.
Sin embargo, encauzar una verdadera reforma de nuestros municipios, como demanda el momento, requiere que la regionalización propuesta se complemente con iniciativas basadas en principios esenciales para un nuevo modelo de gobernanza municipal. En primer lugar, es importante implantar medidas para la profesionalización de funcionarios municipales mediante programas de capacitación y certificaciones académicas en áreas tales como el manejo de programas federales y la administración de presupuesto, que permitan fortalecer su capacidad gerencial y el manejo de recursos. Además, es necesario implantar mecanismos y controles que aseguren la estabilidad presupuestaria y sustentabilidad fiscal de nuestros municipios, para que generen ingresos propios y sus gastos no excedan lo que ingresan. A los ayuntamientos se les deben delegar las competencias o responsabilidades que realmente puedan ejercer conforme sus características y capacidades, incluyendo el mantenimiento de carreteras, facilidades recreativas y otros programas tradicionalmente administrados por el Gobierno central. Dicha delegación tiene que estar acompañada de la asignación necesaria de fondos para que su ejercicio no afecte el presupuesto del municipio.
Es indispensable también, el establecimiento de indicadores y estándares para evaluar continuamente el desempeño de la gestión municipal y la costo-efectividad de los servicios que reciben los ciudadanos. Más aún, es indispensable elaborar mecanismos de rendimiento de cuentas que permitan a los municipios identificar fortalezas y debilidades operacionales, evaluar resultados y tomar medidas correctivas ante un desempeño inadecuado. Esto podría complementar el establecimiento de un índice de competitividad municipal basado en métricas que permitan evaluar la eficiencia de la gestión municipal, establecer comparaciones entre los municipios e identificar mejores prácticas.