Déficit y propuestas
China y Estados Unidos vencieron la recesión al aumentar el gasto gubernamental en obras de capital. Ésas son políticas contracíclicas promovidas por el keynesianismo: en recesiones el gobierno estimula la demanda agregada pues la inversión privada es procíclica (en recesión, baja y en expansión, crece). Y cuando existen expansiones, el gobierno debe mantener un superávit.
Las políticas procíclicas son del neoliberalismo y resultan responsables de la situación económica de Puerto Rico y Grecia. En los 90, ambas economías crecían bien, pero el Gobierno gastó innecesariamente. Actualmente las políticas procíclicas los entramparon: recesión con límites de deuda pública.
Los burócratas de las agencias acreditadoras no deben dirigir las políticas. Su engañoso indicador “deuda sobre el PIB” se atiende mejor por el denominador. Grecia les creyó y desde el 2007 ese indicador subió del 125% al 135%, mientras el PIB decreció.
Barack Obama propuso impuestos a los ricos con el mismo gasto gubernamental hasta conseguir un crecimiento más alto. Puerto Rico debe emular esa propuesta y complementarla con aumentos enormes a las multas ambientales y a las emisiones (los daños ambientales son costosísimos para el Gobierno); removiendo subsidios inefectivos (por ejemplo, a las, constructoras); impuestos del 30% a las megatiendas y otras empresas foráneas que no sean fábricas pero repatrian ganancias; aumentando impuestos a conciertos, cigarrillos y armas (productos innecesarios e insensibles al precio, con pocos impuestos comparado con otros países), y sustitución del IVU por el impuesto al valor añadido (IVA). Este último mejora la fiscalización y lo usan más de 110 países.
El gasto gubernamental hay que dirigirlo a obras de capital que tienen el mayor efecto multiplicador. Los contratos superfluos y los aumentos en el consumo tienen un efecto multiplicador menor.
Ningún keynesiano apoya el despilfarro ni un déficit permanente, sino coyuntural. Si el neoliberalismo funciona, ¿por qué Grecia y Puerto Rico empeoran tras años de medicina neoliberal?