SIGUE EN PIE
A pesar de su derrota ante Rigondeaux, el filipino continúa encaminado a pelear con López
EL POTENCIAL encuentro entre los excampeones Juanma López y Nonito Donaire continúa pautado para septiembre próximo, a pesar de la derrota que sufrió el segundo frente a Gui- llermo Rigondeaux el pasado sábado en el Radio City Music Hall, en Manhattan.
“La pelea está en pie, me dijeron. Es un atractivo muy grande, según HBO”, dijo ayer Juanma López, quien este sábado peleará en Ciudad México contra el brasileño William Prado. “Es prácticamente un hecho”.
Donaire (31-2, 20 nocauts) cayó vencido por el cubano Gui- llermo Rigondeaux (12-0, ocho nocauts) vía decisión unánime. El filipino lució frustrado durante el desafío. Apenas tocó al dos veces campeón mundial aficionado y bicampeón olímpico, aunque lo derribó con una zurda corta en el décimo asalto.
“Nonito no puso la presión que tenía que poner. No encontró el patrón de pelea que tenía que imponer, porque él tenía la velocidad. No lució lento”, expresó López sobre el combate. “Tenía que bravear y no lo hizo. Cuando lo tumbó en el 10, tenía que rematar. Quizás fue la misma frustración lo que no lo dejó. Rigondeaux fue superior, es tremendo boxeador. Pero Nonito no brilló con los quilates que tiene, no hizo lo que tenía que hacer el (ganador del premio) Boxeador del Año 2012”.
López no tiene la velocidad de manos ni el desplazamiento de Rigondeaux. Pero entiende que su fuerza sería clave en un duelo con el filipino.
“Creo que la fortaleza va a ser un factor si peleamos, definitivamente. Yo muero peleando, diga lo que diga después de la pelea. Y el día que yo pelee con él, él sabe que tiene que estar dispuesto a morir en el ring
también, si quiere ganar”, agregó el pegador zurdo, extitular 122 y 126 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). “Pero él es un superpeleador. Uno no se puede dejar llevar por la pelea con Rigondeaux solamente”.
Tras la pelea, Donaire dijo que tiene muchos problemas para marcar las 122 libras, por lo que su asenso a la división pluma es inminente. López tenía planificado subir a las 130 libras por la misma razón. Pero cambió de idea cuando le ofrecieron el lucrativo combate con el filipino excampeón de cuatro divisiones.
“Se me hace muy difícil (dar) las 126 libras. Pero esta pelea lo amerita. Es grande, como la de Rafael Márquez. Hay que mirar el panorama. Y lo mejor es hacer la pelea”, explicó Juanma. “Después nos vamos a las 130 libras, si papito Dios nos permite seguir peleando. Podemos ir con el ganador de Rocky (Martínez, campeón júnior ligero de la OMB) y Mikey García, o con otro de los campeones que esté”.
“Hoy (ayer) salimos en 131½ libras del gimnasio y la pelea es en 129. Y todavía nos falta la carrera de esta noche”, agregó el púgil, referente a su lucha con la báscula. “Después de la carrera debemos tocar las 131. Estamos bien de peso”.
Donaire-López sería un combate lucrativo para ambos. Podría convertirse, además, en una distracción para el boricua, quien el sábado tiene una pelea contra un rival poco conocido. Una derrota de López con toda probabilidad lo descartaría como rival de Donaire. Pero Juanma asegura que no está cruzando el puente antes de llegar al río.
“La pelea con Nonitos sería muy buena para yo despejar muchas dudas, y él también. Pero surgió hace apenas semana y media. Llevo más tiempo entrenando para la pelea (con Parado)”, sostuvo López. “Con todo lo que me ha pasado en el boxeo, yo no me confío. Sigo día a día. Sobre todo enfocado en conseguir una gran victoria en México. Entonces, veremos (la pelea con Donaire)”.