“El arte es energía impresa”
A Samuel Lind se le dedica la XXXI Feria de Artesanías de Plaza Las Américas, que hasta el 30 de junio exalta la herencia africana
Una sonrisa triunfal es el mejor accesorio de una dama que se acerca al artista Samuel Lind. “Este es de mi pueblo. Gracias por representar tan bien a Loíza”, dice mientras aprieta la mano del artesano, escultor y pintor a quien ayer se le dedicó la XXXI Feria de Artesanías de Plaza Las Américas, que hasta el domingo 30 de junio reforzará la aportación de la herencia africana a nuestra cultura.
Zulma Santiago fue la curadora de la muestra en la que se incluyen más de 50 piezas en los renglones de muñecas de trapo, caretas, canastas, instrumentos musicales, vestimentas, piezas torneadas, escultura y tallas en madera, las cuales estarán expuestas en el Atrio Central del centro comercial en Hato Rey. También se incluyen piezas traídas de África.
“A mi pueblo de Loíza, que ha sufrido mucho pero tiene miles de años de grandeza. Puerto Rico está parado sobre manos obreras de raza negra”, dijo Lind durante el acto oficial en el que además participó Jaime Fonalledas, presidente de Empresas Fonalledas, y en el que el promotor cultural Walter Murray Chiesa estuvo entre los invitados, “este reconocimiento lo llevo en mi corazón”.
Después de los abrazos y las felicitaciones, Lind pasa junto a sus imponentes esculturas en bronce situadas en el Atrio Central y se ubica en un espacio en el que exhibe su variada obra, especialmente la ejecutada en papel. Precisamente una obra en lienzo realizada por un Lind adolescente llamó la atención de su vecino y mentor Castor Ayala.
“¡Ay madre muchacho! Lo que tú has hecho”, dijo Ayala al ver el trabajo que lo capturaba trabajando en su taller. Lind pensó que había cometido un error.
“Tú vas a ser artista, vas a exponer tu obra en sitios, vas a pintar sobre lienzos”, cuenta Lind que agregó Ayala cuando admiró el lienzo al óleo que mantuvo en su sala por años. “Ellos son mi familia; mi infancia y los Ayala es lo mismo”.
El creador oriundo de Medianía Alta, en el sector Tocones Colobo, plantea que vive en un pueblo “donde las expresiones culturales son ricas”.
“Nací en el corazón de la cultura loiceña, mis padres y mis abuelos también. Esa energía trato de llevarla a mi obra, Castor fue mi primera influencia sobre esa riqueza”.
Cierto que destacar la influencia de la raíz africana en nuestra identidad ha sido su causa. Que ello sea una excusa para excluir no le agrada.
“Vamos a quitar los estereotipos”, invita quien resaltó en su intervención en el acto formal que “el arte no tiene color” y que “el ser humano es uno”.
“La raíz africana es tan natural en mi arte y cuando salgo de Loíza y de Puerto Rico usaban el termino negroide y me molestaba, porque era un poco clasista, no se habla de arte ‘blancoide’. Lo que llamaban arte negroide era esa sátira del negro. Para mí ver un baile de bomba era una cosa grande y así lo transmite mi obra. El arte es uno, pero sí reconozco mi causa de que otros vean su grandeza”, comenta.
Más allá del tema, Lind declara que a los espectadores primero les atrae “la calidad de la obra” y “la fuerza de proyección”. Luego ponen atención al tema. “Y veo cómo la gente se conmueve cuando lo perciben, me pasa todos los días en el taller”, comparte y agrega que en la escuela solo se enseña al pueblo africano esclavizado como “una generación sufrida”.
“Obviamente pasamos por eso, pero no se habla de la contribución y la grandeza que tenían inclusive años antes de la colonización. La riqueza de ese genocidio es que mucha gente que trajeron de África esclavizada, hasta reyes y princesas, aunque vinieron sin ropa lo que trajeron de allá en el corazón no lo dejaron y es parte de lo que somos como puertorriqueños. Nos dejaron una riqueza bien grande y esa energía se ve en mi trabajo. Comunicar la herencia de esa generación que se levantó ha sido mi causa”.
Fiel creyente de que “una obra de arte es energía impresa”, agradece el reconocimiento que Plaza Las Américas brinda a su trayectoria de cuatro décadas en el camino del arte.
“Es algo bien grande no solo a mi persona, sino a lo que yo expreso. El hecho de que le dediquen la feria a la raíz africana es lo que yo llamo la fuerza ancestral que no se puede detener”, reflexiona.
Lind no puede evitar alertar a nuevas generaciones a estar conscientes de la riqueza cultural indígena, española y africana que poseemos. “Hay que conocer lo que somos para luego ser lo que queramos ser. Esta tierra es sagrada y deben cuidarla”, puntualiza.
Seguro que los ancestros le escuchan orgullosos.
Para detalles sobre el programa educativo y cultural de la feria llame al (787) 767-5202.