Bohemia de amor y esperanza
Dagmar, Chucho, Glen Monroig e Ismael Miranda cantan por un noble fin
LAS GARRAS del dolor con las que el cáncer atormenta se transformaron anoche en una especie de árbol gigante que pareció dar sombra de esperanza dentro del Teatro Ambassador.
Como ramas y hojas musicales, un puñado de músicos puertorriqueños se dio a la tarea de “acariciar” a las personas que presenciaron la bohemia
Celebrando a todo son. La misión era recaudar fondos para los pacientes del Centro de Cáncer del Hospital Auxilio Mutuo, pero no solo recogieron dinero para ellos, sino que también los llenaron de fortaleza.
Pero esa ilusión se movió de forma recíproca. Muestra de ello fue la dinámica que Dagmar tuvo con la audiencia, pues se trató de su primera presentación musical tras haber anunciado el martes que en las próximas semanas debe removerse quirúrgicamente un pólipo de una cuerda vocal.
La gente la aplaudió desde que acompañó a Chucho Avellanet en una tierna interpretación del tema Alondras en el bosque. Entre la nostalgia, la animadora de
Día a día se mostró férrea a la vez que hacía chistes y destaba carcajadas entre el público.
“Esto no es mío (el cáncer), yo no lo quiero. ¡Lo vamos a noquear! Como saben, tengo un pólipo en una cuerda vocal, así que si estoy cantando es porque soy una atrevida... Si se me sale un gallo, ustedes le echan maíz”, bromeó, aunque se escuchó afinada y melodiosa en números como Close to You.
“Me siento doblemente feliz. Primero porque yo fui una paciente en el Auxilio Mutuo... ¡Fui! Tienen un crew increíble y fui una persona que adoptó a una paciente, a mi ahijada Marisol”, sostuvo, previo a impresionar cantando sensualmente y dominando los tonos bajos y altos del clásico Bésame mucho.
Dirigido por el trompetista Humberto Ramírez, Chucho Avellanet tuvo a cargo la apertura de la velada. Sorprendiendo a sus fans, el cantante apareció paseándose entre los asientos del teatro mientras entonaba Invierno de amor. Una vez en la tarima, la audiencia fue deleitada por temas como Se acabó, Jamás te olvidaré, Esta noche está para bolero y Mil violines, tema que vocalizó “para que después no digan que a Chucho Avellanet no le gustan las viejas... ¡canciones!”.
“Soy un viejo amigo que siempre va a estar con ustedes. Tenemos un grupo de artistas de primera y vamos a pasarlo bien”, dijo el interpéte, quien es sobreviviente de cáncer.
El evento, que contó con testimonios de pacientes de cáncer y estuvo animado por Alexandra Malagón, continuó con la potente voz de Glenn Monroig. De entrada, el artista quiso unirse a Dagmar en el éxito Yo
sé que volverás. Luego tocó las fibras emotivas del público entonando muy dramática y lentamente sencillos como Usted y
Causa perdida.
El último turno de la noche le correspondió a Ismael Miranda, quien cerró el show con canciones como Todo de mí, Me voy
ahora y Las cuarenta.