Adiós a los vellos
Conoce los diversos métodos a tu alcance de acuerdo con tu presupuesto, tiempo y necesidades
El rostro es un área complicada para muchas mujeres, sobre todo para aquellas que tienen la mala suerte de tener demasiados pelos. Por lo general, se trata de una situación que provoca incomodidad y hasta vergüenza
Algunas evitan sacarlos y optan por decolorarlos utilizando algún producto que contenga peróxido o recurriendo al agua oxigenada.
Y aunque la decoloración es una alternativa barata y rápida, la verdad es que no pone fin al problema, ya que los vellos siguen estando ahí. Además, los productos que se utilizan en el proceso son irritantes, por lo que pueden afectar a quienes tienen la piel sensible.
Si es tu caso, entonces la siguiente alternativa que tienes para elegir son los métodos que cortan el pelo a ras de piel, es decir, las cremas depilatorias y las hojas de afeitar. Las primeras son muy fáciles y rápidas de usar, pero su lado negativo es
que también pueden provocar alergias y que la duración de sus resultados es breve, ya que el vello no se saca desde la raíz.
Algo similar a lo que ocurre con las hojas de afeitar, aunque a éstas hay que agregarles considerables inconvenientes, como que pueden producir cortes e infecciones, ya que los pelos tienden a incrustarse más fácilmente. Asimismo, es posible que tras el afeitado, los vellos crezcan más gruesos, lo que claramente se aleja del objetivo que se busca.
DESDE LA RAÍZ
La opción que sigue en la lista, serían las tradicionales pinzas. Este método es recomendable para aquellas zonas donde no crecen muchos vellos -las cejas, por ejemplo-, pero si quieres usarlo para lugares en que el crecimiento es más profuso (patillas, bozo o incluso mentón), tendrás que pasar mucho tiempo con las pinzas en la mano, sin contar con que además de seguro te dolerá.
La ventaja de las pinzas es que sacan los pelos desde la raíz, por lo que éstos se demoran más tiempo en crecer. Pero, a la vez, los tirones provocan irritación y pueden hacer que los vellos terminen encarnándose.
Otra alternativa que saca los vellos de raíz es la famosa cera, ya sea aplicándola de la manera tradicional con una espátula de madera o bien en roll on. La ventaja de este sistema es que los pelos no crecen tan rápido e incluso comienzan a debilitarse si se realiza en forma repetida. Sin embargo, el problema es que debe hacerse con precaución, ya que la cera puede quemarte.
Además, es posible que los vellos se encarnen y que se produzcan irritaciones, así como también que los lugares donde se aplique la cera comiencen poco a poco a oscurecerse.
Si quieres probar un método diferente y que extrae los pelos desde la raíz, puedes recurrir a la depilación con hilos.
Para este sistema se utiliza un hilo de algodón que se hace girar sobre la piel para que vaya sacando los vellos y, a la vez, debilitándolos, ya que los extrae de lado y no de frente como lo hacen las pinzas. De esta manera, el pelo nuevo se demora más tiempo en aparecer.
La depilación con hilos permite deshacerse hasta de los pelos más pequeños, aunque para algunas el proceso puede resultar algo molesto.
“Produce un poco de dolor, ya que el hilo al arrancar el vello pincha el músculo. Pero no es nada tortuoso y también depende de la sensibilidad de quien se lo haga”, sostiene la experta Paola Michea.
Respecto al tiempo que demora el procedimiento, la especialista dice que el perfilado de cejas se realiza en 20 minutos, en tanto que la cara completa puede tardar entre 30 minutos y una hora, dependiendo del tamaño del rostro, la cantidad de vello que haya y también el grosor de éste.
Según Michea, la depilación con hilos es un método muy sano para la piel, ya que trabaja la musculatura, oxigena la sangre y hace un suave peeling. Sin embargo, no puede realizarse en personas que tienen demasiado acné, en tanto que en las mujeres embarazadas es importante ir verificando la tolerancia que tengan al pequeño dolor que produce.
DE LARGA DURACIÓN
Es importante tener claro que la depilación definitiva no existe y que lo más cercano a ella es la denominada “de larga duración o prolongada” que se logra con dos técnicas: el láser y la luz pulsada intensa (IPL).
La depilación con láser diodo se trabaja en forma de barrido y, además, posee una tecnología de enfriamiento, lo cual protege la piel de posibles quemaduras.
La experta Claudia Montejo, dice que el tratamiento puede hacerse hasta poco después de la menopausia, ya que cuando el vello pierde su color, el láser deja de ser efectivo.
Respecto a las zonas del rostro donde más se hace, Montejo sostiene que las que llevan la delantera son las del bozo (bigote) y mentón. “Pero también se pide en las patillas, las mejillas, la frente y el entrecejo”, explica.
Se recomienda una mantención de una o dos veces al año, para que aquellos pelos que vuelven a salir no sean retirados con otro sistema y se vuelva a iniciar el ciclo de crecimiento.
Aunque el láser incluso a veces es recomendado por dermatólogos para personas en tratamiento de acné, esta tecnología no debe utilizarse en quienes tienen tatuajes en el rostro, pacientes con diagnóstico de cáncer o embarazadas.
Asimismo, quien se lo haga debe tener la precaución de usar filtro UV tras cada sesión y no tomar sol por los tres días posteriores a ella.
La tecnología IPL, en tanto, trabaja de manera similar al láser, destruyendo la melanina en el folículo piloso, y se diferencia de éste en que el espacio que abarca es mayor, ya que la luz no sólo sale por un punto, sino que es como una especie de flash fotográfico.