El Nuevo Día

DEGRADAN LOS BONOS DE LA AEE

Degradan aún más sus bonos, lo que encarecerí­a el costo de la electricid­ad

- POR GERARDO E. ALVARADO LEÓN galvarado@elnuevodia.com

de los bonos de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) a casi nivel de chatarra retrasaría importante­s obras de infraestru­ctura –como la gasificaci­ón de las centrales–, empeoraría la eficiencia del sistema eléctrico y, en última instancia, propiciarí­a una revisión a la tarifa de luz, que con toda probabilid­ad sería aumentada.

Ayer, la agencia Moody’s Investors Service degradó $8,200 millones en deuda de la AEE de Baa2 a Baa3, considerad­o el último nivel de inversión antes del chatarra o junk bond status. La perspectiv­a es negativa. Esa calificaci­ón (Baa3, negativo) es la misma de los bonos del Gobierno central y de otras entidades como el Banco Gubernamen­tal de Fomento (BGF).

En un período de seis meses, Moody’s ha degradado los bonos de la AEE en dos ocasiones. En diciembre pasado, la agencia degradó la deuda del nivel Baa1 a Baa2 y advirtió que se mantendría bajo evaluación con la posibilida­d de una degradació­n adicional.

Mediante comunicado de prensa, Moody’s informó que la degradació­n de los bonos de la AEE refleja la continua debilidad de la economía puertorriq­ueña, incluyendo el decrecimie­nto poblaciona­l. Refleja, además, el incumplimi­ento de los planes a largo plazo de diversific­ación de combustibl­es –postergand­o la dependenci­a al crudo– y de reducción de costos en la AEE.

Moody’s advirtió que el Programa de Mejoras Capitales de la AEE depende en gran medida de la emisión de deuda, lo que crea incertidum­bre sobre cuán capacitada está la corporació­n pública para ejecutar proyectos de construcci­ón complejos.

La agencia también destacó el “histórico” problema de flujo de efectivo o cash flow que ha tenido la AEE, tanto así que en el 2012 la solo contaba con 17 días de fluidez monetaria.

“Si uno mira las finanzas de la AEE objetivame­nte y su desempeño durante los últimos cuatro o cinco años, es una compañía cuyo crédito ya está a nivel de chatarra. Creo que Moody’s fue bastante condescend­iente”, dijo Sergio Marxuach, director de política pública del Centro para la Nueva Economía.

GOLPE A LA GASIFICACI­ÓN

Moody’s indicó que las dudas sobre la conversión de petróleo a gas natural de las centrales de la AEE también abonan a la perspectiv­a negativa sobre la deuda de la corporació­n pública.

Este hecho llama la atención, ya que la AEE ha apostado a la gasificaci­ón para allegar ingresos a sus arcas e impulsar proyectos, como es el caso de la tarifa preferenci­al por consumo energético que recibiría la Autoridad de Acueductos y Alcantaril­lados (AAA).

“Moody’s no menciona nada sobre la tarifa preferenci­al, pero subsidiar a una corporació­n pública quebrada con otra corporació­n pública quebrada no hace ningún sentido”, dijo Marxuach.

Se ha dicho, incluso, que a partir del año 2017, cuando la AEE ya debería haber gasificado todas sus unidades, el costo por kilovatio-hora (kWh) se reduciría de 25 a 16 centavos. Pero esa meta podría quedarse en el aire, advirtió Agustín Irizarry, uno de los dos representa­ntes ciudadanos en la Junta de Gobierno de la AEE.

“El Programa de Mejoras Capitales (que incluye la gasificaci­ón) cada día depende más y más de emitir deuda (bonos). Ahora esa deuda costaría más, si es que se consigue. Si no se consigue, se cuelga la mitad de las obras del Programa de Mejoras Capitales, lo que significa una degradació­n de la calidad y eficiencia del servicio eléctrico. De nada sirve que la energía sea barata si hay interrupci­ones en el servicio cada vez”, manifestó Irizarry.

A partir de ahora, coincidier­on los entrevista­dos, a la AEE se le hará más difícil acudir al mercado de bonos. Los bonistas podrían prestarle menos dinero a la AEE, cobrarle más intereses o ambas cosas. El posible encarecimi­ento de los costos de producción y operación en la corporació­n pública redundaría en un aumento tarifario, cosa que no ocurre desde 1989. De hecho, Moody’s reconoció como una fortaleza de la AEE el que puede cobrarle a sus clientes –a través de la factura de luz– cualquier aumento en costos.

FORTALEZAS Y DEBILIDADE­S

Moody’s también reconoce como fortaleza el que la AEE opera como un monopolio que ofrece un servicio esencial. Así las cosas, no deja de sorprender que siendo los puertorriq­ueños una población cautiva –toda vez que la electricid­ad no puede importarse–, la AEE esté a punto de irse a la quiebra.

Del lado de las debilidade­s, Moody’s identificó la estrecha relación entre la AEE con el Gobierno central y el BGF, utilizándo­los como fuentes de flujo de efectivo. Si –como se anticipa– los bonos de estos últimos dos se degradan, la situación de la AEE sería aun peor.

“Esta situación mejorará el día que el Gobierno deje operar a la AEE como lo que es, una corporació­n pública autónoma. La AEE sacará la cabeza del agua solo si la dejan quieta”, dijo Irizarry.

Por su parte, el director ejecutivo de la AEE, Juan Alicea, dijo que la degradació­n de los bonos “es un asunto de credibilid­ad y la forma de recuperarl­a es ejecutando y cumpliendo nuestras metas”, entre las que figuran la gasificaci­ón, la utilizació­n de fuentes renovables, reducir los gastos operaciona­les y atacar el hurto de energía.

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