Ojo con medicinas falsificadas
Farmacéuticas y FDA colaboran para reducir el impacto
LA GLOBALIZACIÓN del mercado farmacéutico representa una serie de retos de seguridad que podrían poner en peligro a la población por la introducción de medicamentos falsificados.
Este fue el tema central de la undécima conferencia regulatoria local de la Agencia federal de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés) y la Asociación de la Industria Farmacéutica (PIA, en inglés), que se celebró ayer en San Juan.
Thimothy Falko, director ejecutivo de manejo de riesgo de Amgen, explicó que las farmacéuticas han desarrollado estrategias para manejar los riesgos en la cadena de suministros global, que pueden ser desde robos de mercancía hasta contaminación de productos y falsificación de medicamentos.
“Hay muchos puntos débiles, y los criminales las conocen”, puntualizó, y añadió que el riesgo está presente en todo el proceso, desde la compra de materia prima hasta el producto terminado que llega al mercado.
De esta manera, comentó, es posible que los productos ilegales entren a la red de distribución en un punto y luego se vendan como legítimos porque el resto de la cadena no se entera, dijo.
El agente especial Francis Montoya, de la oficina de investigaciones criminales de la FDA en San Juan, indicó que estos fármacos ilegales pueden presentar riesgos para la salud de los consumidores, ya que se desconoce las condiciones en las que fueron manufacturados, y porque muchos ni siquiera contienen el ingrediente activo.
Ambos conferenciantes mencionaron que en el 2011 en Estados Unidos, se reportó un caso en el que clínicas de oncología compraron un producto inyectable que debía ser Avastin, para tratar el cáncer, pero que no contenía el ingrediente activo, por lo que era prácticamente un placebo.
Falko reclamó castigos mayores para las personas involucradas en estos crímenes, ya que considera que las penas existentes no son un disuasivo. Mientras que Montoya señaló que la sentencia máxima por este delito aumentó de 20 años a 10.
“Falsificar un medicamento es un acto criminal bien serio porque atenta contra la vida de las personas”, afirmó por su parte Carlos Ceinos, vicepresidente de PIA.
La FDA y las farmacéuticas están colaborando para manejar los riesgos de estos productos falsos, mediante la implementación de protocolos internos en las empresas y la centralización de las cadenas de suministros; y el regulador federal está incrementando su vigilancia para atrapar y procesar a los criminales.
“Aumentamos la vigilancia en los puntos de entrada, en colaboración con la Aduana, y alianzas con gobiernos extranjeros para tratar de interrumpir los negocios ilegítimos”, afirmó Maridalia Torres, directora de la oficina la FDA para el distrito de San Juan.
Además, la FDA estableció una línea de teléfono para que las compañías, los médicos y los consumidores puedan querellarse si sospechan que les vendieron un fármaco ilegal. En Puerto Rico, el número a llamar es el 1-800-332-0127.