Estudios universitarios
El lunes, 10 de junio del 2013 El Nuevo Día publicó un excelente y pertinente artículo titulado “En riesgo costos de los estudios universitarios”. La advertencia surge ante la realidad de que este verano se podrán duplicar los intereses de préstamos de estudiantes. La modificación afectaría mayormente a los que siguen estudios graduados. El incremento sería de entre 3.4% y 6.8%. En Puerto Rico más de 40,000 universitarios utilizan el mecanismo de los préstamos para subsidiar sus estudios. Por ejemplo, durante el pasado año escolar los préstamos no subsidiados ascendieron alrededor de 26,000, siendo la alternativa preferida de este país.
La realidad es que el aumento en los costos de la matrícula unido al incremento de los intereses en los préstamos federales es un verdadero impedimento para estimular los estudios graduados. Este es un sector fundamental para el progreso y estabilidad de los pueblos. Pero existen otras dificultades que, unidas a las dos anteriores, exponen a los universitarios a unos retos no esperados. Por ejemplo, la demanda por estudios graduados va disminuyendo en forma de espiral. De hecho se evidencia una competencia entre las universida- des por reclutar estudiantes. Además las competencias de los estudiantes se harán más evidentes ante la realidad de una sociedad cada vez más sistematizada, sofisticada y tecnológica. Esto implica que esos niveles serán para aquellos que puedan y quieran estudiar. La sociedad tendrá que proveer alternativas para todas las potencialidades. La revolución tecnológica, la computación y comunicación requieren un perfil diferente de estudiantes. Un buen ejemplo ocurrió en el Recinto de Río Piedras cuando la rectora interina Ethel Ríos Orlandi determinó no utilizar el programa Power Campus diseñado por la empresa Elucian, y adquirido por la UPR en el 2011, ante las dificultades confrontadas y el poco tiempo para evaluarlo.
En resumen, el aumento en el costo de la matrícula, y por ende del proceso educativo formal a nivel universitario, junto a los intereses de los préstamos federales, se unen a toda una gama de factores condicionantes que propician dificultades e impedimentos para realizar estudios graduados, máxime en sociedades como Puerto Rico donde la escasez de dinero y de empleos es la orden del día. El futuro no parece ser halagador.