Joaquín Torres y su visión
JOAQUÍN TORRES, EL CREADOR DE LAS CASAS DE LOS FAMOSOS EN ESPAÑA OFRECE SU PERSPECTIVA DE LA PROFESIÓN
“El sueño del héroe, es ser grande en todas partes y pequeño al lado de su padre”.
VICTOR HUGO
Hacer una recopilación de la historia contemporánea de la arquitectura española no podría escribirse sin un nombre, Joaquín Torres.
Este arquitecto nacido en Barcelona y criado en Madrid es junto a su socio Rafael Llamazares y su equipo de trabajo el creador de múltiples proyectos de envergadura que han dado mucho de qué hablar en el panorama europeo.
De hecho, al preguntar informalmente por él muchos colegas se refieren a Torres como el “arquitecto de los famosos”.
Su estudio ha llevado a cabo proyectos y trabajos para celebridades como Penélope Cruz, Javier Bardem, Elsa Pataky y Alejandro Sanz además de los futbolistas Raúl González Blanco (ex capitán del Real Madrid), el portugués Cristiano Ronaldo, el francés Zinedine Zidane y Fernando Hierro. Entre sus clientes también ha estado el ex presidente de España, Felipe González, y empresarios como Amancio Ortega presidente de Inditex (compañía matriz del emporio de moda Zara) y Juan Antonio Pérez Simón, socio de Carlos Slim.
Pero más que coleccionar una larga lista de clientes importantes, Torres opta por atender cada proyecto con la pasión e intensidad que su profesión provoca.
“Cuando trabajamos viviendas lo hacemos mano a mano con la persona que va a habitar esa casa, con sus fobias y filias, con su perfil social, familiar... Es casi como hacer una traje a medida y para ello muchas veces tenemos que sacar la parte psicológica para empatizar con nuestros clientes. Es muy complejo, en la mayoría de los procesos, ni siquiera los propios clientes saben lo que quieren y nos toca casi adivinar sus necesidades”, explicó.
En el caso de los proyectos más grandes como urbanizaciones nuevas a la venta, Torres hace otro acercamiento.
“Cuando es residencial en promoción, el promotor es el que decide y lo que quiere es vender su producto y para ello nosotros aportamos toda nuestra experiencia en viviendas unifamiliares. Cuando es un edificio, un hotel, oficinas... muchas veces lo que trabajamos es el entorno, cómo integramos nuestro trabajo en una ciudad o en un paraje que ya existe y con el que nuestra arquitectura va a convivir”, recordó.
Con frecuencia Torres intenta imaginar cómo sería su vida si no hubiese sido arquitecto y aún no ha podido encontrar una respuesta, solo imagina que hubiese tomado otro camino que también hubiese estado relacionado con “el mundo de las formas de la estética”.
Y es que este arquitecto le pone tanta pasión y dedicación a su vocación que ha logrado mantenerse a flote aún cuando Europa se mantiene inmerso en una gran crisis económica.
SINCRONÍA PERFECTA
Hace más de 15 años, Torres se unió a su colega Rafael Llamazares para crear la firma de arquitectura A-cero. Bajo la filo- sofía de la compañía, la arquitectura debe estar al servicio de los seres humanos, a escala de los humanos que la viven y la disfrutan, pero a diferencia de otros objetos de uso cotidiano tiene un alma mucho más elevada y puede ser, de algún modo, arte que refleje, como un espejo, la belleza y pureza de otras artes.
“Rafa y yo comenzamos juntos nuestra carrera profesional y de él sigo aprendiendo día a día: de su generosidad, calidad humana, capacidad de trabajo, tenacidad, talento. Me mantiene día a día con los pies en el suelo. No solo es mi compañero de trabajo y mi socio, es mi gran amigo. Rafa dirige el estudio y yo me involucro más en el proceso de conceptualización y creación. Yo hace tiempo ya no veo clientes. Ocurrió en un momento dado que mi agenda se colapsó, debido a mi popularidad todo el mundo quería tratar conmigo, me convertí en una especie de cuello de botella de mi propio estudio, así que lo que al final decidimos es que A-cero es mucho más que Joaquín Torres, por lo que yo no veo clientes desde hace algún tiempo”, explica.
A través de A-Cero, los socios han apostado por ideas novedosas en España y hasta han inaugurado su tienda de decoración de interiores donde de cada pieza emana la sensibili- dad obtenida por la constante inspiración en el mundo del arte. Cuentan con una línea de productos, entre las que se encuentra una selección de obras de artistas noveles, antigüedades, libros, dibujos de Torres e incluso música.
“En A-Cero llevamos más de quince años explorando el entorno, integrando y buscando ese concepto único e intransferible que define cada proyecto de principio a fin. Su porqué. Una especie de huella dactilar, única, que marca la forma y que nace del fondo, de un núcleo conceptual potente que se expande por el adn del futuro edificio. Creemos en la idea como hilo conductor. La arquitectura