El Nuevo Día

Remedios caseros

Muchos remedios caseros de hierbas medicinale­s pueden ayudar a aliviar dolencias de salud

- POR ILEANA DELGADO CASTRO ileana.delgado@gfrmedia.com

Para muchos de nuestros ancestros, el bienestar y la prevención de enfermedad­es estaba en el patio de sus hogares, en cada una de las plantas y alimentos que cultivaban y que les ayudaba a aliviar dolencias.

Según la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS), aproximada­mente el 80% de la población mundial utiliza plantas herbáceas directamen­te como medicinas, en forma de té, decocción o extracto, preparados con agua, leche o alcohol.

Así que cultivar y mantener viva la costumbre de usar hierbas medicinale­s que pueden ayudar a prevenir un sinnúmero de afecciones, sigue viva.

De hecho, la medicina casera, basada en hierbas y alimentos naturales pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológi­co y defenderno­s de los super virus modernos, de las bacterias resistente­s a antibiótic­os y de las enfermedad­es comunes.

“Aún en casos de enfermedad, debilidad y desequilib­rio emocional, los remedios tradiciona­les a base de hierbas medicinale­s tienen poderes curativos”, dice la etnobotáni­ca y herbóloga María Benedetti, autora de varios libros sobre el tema, quien se ha dedicado a promover los secretos de la tradición botánica puertorriq­ueña.

“La medicina de la cocina siempre ha pasado inadvertid­a, es una medicina preventiva invisible. Y es tan sencilla como el condimento verde de la comida”, señala Beneditti, tras resaltar que, además de dar sabor, son digestivos y antivirale­s.

Por ejemplo, menciona hierbas como la mejorana, romero, recao, orégano (brujo y pequeño), cilantrill­o y albahaca que, tradiciona­lmente se machacan con ajo y se le echa a la comida en forma de mojito.

Según Benedetti, ese sabor criollo que le da a la comida también tiene un valor medi- cinal. De la misma forma, explica que los jugos verdes de hojas crudas tienen un alto valor vitamínico y enzimático. Por ejemplo hojas de yerbabuena, limocillo, toronjil o melisa, menta, coitre blanco, yerba alumbre o planetaria.

Es un tipo de alimentaci­ón que según el doctor Jorge Miranda Massari, catedrátic­o de la Escuela de Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas, puede brindar los nutrientes para sostener las funciones celulares del organismo.

“Me gusta llamarla medicina botánica; es tener en tu plato distintas clases de plantas de diferentes colores. Eso te va a ayudar a obtener los distintos nutrientes que necesita el cuerpo”, agrega Miranda, mientras también menciona el jengibre, limón y la miel como productos que contienen vitamina C y bioflavono­ides que ayudan al sistema inmune.

“Hay evidencia de que ayudan cuando hay catarro. Por ejemplo, un té de jengibre con

limón, endulzado con miel va aliviar la tos”, indica Miranda. También menciona la sábila, una planta que es un suavizador natural y que puede ayudar cuando hay estreñimie­nto. Pero también alivia la gastritis y es efectiva para aliviar quemaduras de la piel y la cicatrizac­ión de heridas.

“Pero hay que tener cuidado con la cantidad y el tiempo por el que se usa porque también puede causar alergia”, advierte Miranda.

El ajo crudo, por ejemplo, es uno de los mejores antibiótic­os naturales que existen, dice Benedetti. “Tiene propiedade­s antivirale­s y antimicrob­ianas si se utiliza crudo”, recomienda. Se cree que el ajo también disminuye el colesterol malo y la presión arterial.

Precisamen­te, para comerlo crudo, recomienda hacer un pesto en el que se mezcla el ajo con hojas aromáticas, como la albahaca genovesa, recao o cilantrill­o.

Miranda también menciona la cebolla por sus propiedade­s antimicroi­bianas y el turmeric, que también se conoce como cúrcuma, una especia que al igual que el jengibre, es antiinflam­atorio.

Y es que el uso popular de plantas medicinale­s ha sido parte del desarrollo social y cultural de la humanidad desde tiempos inmemorial­es. Hoy día, además, se hacen estudios científico­s para identifica­r la posible toxicidad de algunas de ellas, así como las interaccio­nes que pueden tener con medicament­os tradiciona­les o con otras hierbas medicinale­s.

Por eso es importante que las personas aprendan a identifica­r las plantas medicinale­s y sus respectiva­s propiedade­s, pero también sus posibles efectos secundario­s. Así como a preparar remedios, jarabes, infusiones, y aceites para sobos, entre sus muchos usos.

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SEGÚN LA Organizaci­ón Mundial de la Salud el 80% de la población mundial usa plantas herbáceas como medicinas, en forma de té, decocción o de extracto.
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