Los discos de pasta reviven como en antaño
Generaciones más jóvenes reviven el disco de pasta Resurge el vinilo, pese a que ahora la música se baja por internet
LA GENERACIÓN MÁS JOVEN no experimentará la emoción de quitarle el plástico a un disco nuevo y escucharlo hasta el final mientras memoriza la letra de las canciones impresas en la carátula.
Aunque la llegada de internet y los reproductores digitales han hecho más fácil encontrar y almacenar música, las tiendas de discos han encontrado unos nichos que les han permitido sobrevivir, algunas mejor que a otras.
Irónicamente, mientras los discos compactos desaparecen, uno de sus predecesores, el disco de pasta o vinilo, experimenta un resurgir. Y no se trata de un mercado exclusivo de coleccionistas, ya que hay artistas contemporáneos que optan por utilizar este formato para sus producciones nuevas.
Mónica Oquendo y Luis Rivera, de la tienda de artículos usados Electroshock, en Río Piedras, mencionaron que localmente, la orquesta El Macabeo y la cantautora Mima tienen producciones recientes en discos de pasta. Aunque el local se estableció como un “thrift store”, tienen una variedad amplia de discos de vinilo usados y nuevos de bandas locales.
“Todavía graban CDs (discos compactos) porque es más económico, pero hay sonidos que no son reproducibles en formatos digitales”, precisó Oquendo, y añadió que los CDs no apelan a los clientes jóvenes, quienes prefieren comprar música por internet o en discos de pasta.
La joven manifestó que el resurgimiento del formato análogo tiene “algo que ver con el sonido, pero también hay algo de nostalgia involucrada”. A pesar de que los clientes en sus veintitantos no vivieron directamente la época de los discos de pasta, sino que los vieron en casa de sus padres o abuelos.
Incluso, los empresarios dijeron que hace algún tiempo las tiendas por de- partamentos comenzaron a vender tocadiscos nuevos, pero con el incremento en la demanda los precios de estos equipos electrónicos están en aumento.
Rivera mencionó que el 2010 fue el año en el que más discos de pasta se vendieron desde la década de los 80. Datos de la industria en Estados Unidos confirman que, ese año, las ventas de otros formatos musicales tuvieron crecimientos negativos, mientras que el vi- nilo subió 14%, a 2.8 millones de discos. Los artistas más vendidos en ese formato fueron los Beatles, Black Keys y Radiohead.
En Electroshock, los géneros más solicitados en discos de pasta son salsa, jazz, rock and roll, heavy metal, blues, reggae y música de los 80. Aunque Rivera comentó que también hay coleccionistas que buscan grabaciones de líderes políticos y ritmos de otras islas del Caribe, que solo tuvieron una tirada y fue limitada.
El empresario comentó que, al presente, los discos los obtienen por personas que llegan hasta la tienda a venderlos, o los consiguen en eventos de artículos usados en Estados Unidos, e incluso han encontrado algunos en la basura. En el caso de los que son nuevos, los artistas van directamente al local para que los vendan, pero Oquendo
dijo que vislumbran comenzar a trabajar directo con sellos disqueros para ampliar el ofrecimiento.
Los jóvenes propietarios de la tienda de artículos usados dijeron que también tienen cassettes para la venta, pero no son tan populares. Mientras que Rivera afirmó que el 8-track desapareció por completo.
MERCADO 35+
Mientras Electroshock sirve a un mercado de coleccionistas y bandas experimentales, las tiendas de música tradicionales están en peligro de extinción. Las cadenas con nombres reconocidos ya desaparecieron y quedan apenas unos pocos locales independientes.
En el casco urbano de Río Piedras hay unas cuatro, pero han tenido que diversificar su oferta para sobrevivir. En algunas se pueden adquirir desde instrumentos musicales, equipo de audio para autos y souvenirs hasta vajillas.
Glen McWherter, encargado de Discoteca La Luz #2, vaticinó que a las tiendas de música les quedan unos cinco años de vida. El hombre, que lleva sobre 30 años en la industria, comentó que aquellas que aun se sostienen atienden a una población mayor de 35 años que no son diestros en el uso de las tecnologías. Y su distintivo es el servicio personalizado y familiar que ofrecen, lo que hace que tengan una clientela fiel y recurrente.
“Hace cuatro años la situación no era tan mala. La novedad era tener una tienda variada para gente 30+ con música del ayer y latina. La gente quería comprar CDs y hasta cassettes”, dijo, y reconoció que comprar música no es una prioridad cuando el dinero está apretado.
Mientras, Discoteca La Luz lleva sobre 30 años haciendo negocios en el Paseo de Diego, y hace cuatro años y medio decidió abrir un segundo local en la misma calle. Su especialidad es la música del ayer, así como los ritmos latinos y los géneros contemporáneos en español.
El control de los vendedores de discos piratas en el área de Río Piedras ayudó algo, pero McWherter señaló que poco a poco el mercado se reduce, a la vez que enfrenta la competencia de grandes cadenas de tiendas por departamentos que también venden música.
Discoteca La Luz solo vende CDs, los cassettes ya dejaron de producirse y los discos de pasta se los dejan a tiendas de coleccionistas. El encargado del local indicó que en Puerto Rico solo quedan dos distribuidores de música, por lo que recurre a internet para adquirir mercancía.
“Hay títulos que se acabaron y ya no van a salir más porque las disqueras no los van a manufacturar” comentó.
En estos casos, los encargados de las tiendas tienen que orientar a los clientes de que estos catálogos pasan al mercado de coleccionistas.