Buscaron sangre en auto de exjuez
La esposa del exmagistrado Irizarry Yunqué fue asesinada
DOS AÑOS tras la muerte de Georgina Ortiz Ortiz, las autoridades incautaron el vehículo de su esposo y exjuez del Tribunal Supremo, Carlos Irizarry Yunqué, para ver si en la guagua había material biológico o sangre de la mujer.
Luego del asesinato de su esposa, el exjuez y exfiscal también procuró la asistencia de un abogado para que mediara en sus comunicaciones con el hijo de Ortiz, José Palau Ortiz.
Ambos datos trascendieron ayer durante el testimonio de la agente investigadora Ormarie Roque Alicea en la continuación del juicio por jurado que se sigue contra la empleada doméstica Aida de los Santos, por supuestamente matar a su jefa en concierto y común acuerdo con otra persona que nunca ha sido identificada por las autoridades.
En su tercer día de testimonio en la sala 1105 del Tribunal de San Juan, Roque explicó, a preguntas de la abogada defensora, Lucille Borges Capó, que prestó una declaración jurada en julio del 2012 para ocupar la guagua Murano del exjuez, quien descubrió el cuerpo de su esposa en el apartamento que compartían en el Condominio Laguna Terrace en Condado, el 17 de agosto de 2010.
Roque prestó la declaración jurada para ocupar el vehículo del exjuez dos meses antes de que el ministerio público radicara cargos en ausencia contra
la empleada doméstica de 58 años.
Como parte de esta declaración jurada, la agente investigadora estableció que durante la violenta muerte de Ortiz Ortiz, de 72 años, hubo transferencia de sangre y de material genético entre la víctima y el asesino.
“¿Se solicitó para ver si esta transferencia de material biológico se podía obtener en la guagua?”, preguntó la abogada. “Correcto”, respondió la testigo, quien ha sido criticada por su alegada falta de experiencia para dirigir la pesquisa de la muerte de Ortiz Ortiz.
El resultado de las pruebas realizadas al vehículo no se divulgó ayer durante el contrainterrogatorio de la defensa.
Pese a que Irizarry Yunqué descubrió el cuerpo de su esposa y durante el proceso criminal han surgido interrogantes sobre la relación entre la pareja y su conducta después de su muerte, el hombre, de 91 años, no se encuentra en la lista de testigos de la defensa.
Las autoridades tardaron 90 días en tomar una declaración jurada al exjuez, quien llegó a la Fiscalía de San Juan en compañía de un abogado que no entró a la entrevista jurada, pero que se mantuvo en el lugar.
En su declaración jurada, Roque indicó que el exjuez salió y entró del Condominio Laguna Terrace dos veces previo a la muerte de su esposa y que regresó después para encontrar el cuerpo de la mujer ensangrentado y boca abajo en el suelo mirando hacia el balcón, que tiene vista a la laguna del Condado.
El exjuez salió en la mañana del 17 alrededor de las 11:00 a.m. y regresó a almorzar con su esposa. Después salió a dictar sus cursos en la universidad para regresar poco después de la 5:00 p.m., según varios testigos.
Pero el guardia de seguridad del Condominio Laguna Terrace, Oreste Navarro, ofreció dos horas distintas para la llegada del exjuez. A un agente que llegó al lugar cuando se reportó el crimen le indicó que creía haber visto a Irizarry Yunqué como a las 3:00 p.m. Luego en declaraciones posteriores señaló que llegó después de la 5:00 p.m. y que al llegar se paró frente a la caseta y le puso un tango de Carlos Gardel.