El Nuevo Día

“No compramos cerdos americanos para nada”

Dueños de lechoneras tradiciona­les no temen a la diarrea porcina porque sus cerdos son nativos

- POR AURORA RIVERA ARGUINZONI arivera@elnuevodia.com

QUIENES GUSTEN de comer carne de cerdo en las más tradiciona­les lechoneras de la Isla, probableme­nte se sientan tranquilos de saber que en muchas de ellas solo preparan lechones del País, por lo que sus dueños no temen que les afecte la muerte de ejemplares en al menos 15 estados de Estados Unidos por diarrea epidémica porcina (PED).

Dueños y encargados de lechoneras a lo largo de la PR-175 en Trujillo Alto, explicaron ayer que durante décadas los cerdos que asan son criados en granjas de Puerto Rico, localizada­s principalm­ente en pueblos de la montaña como Aibonito, Cayey y San Lorenzo.

“Hay mucha gente que no está al tanto de lo que hay aquí. Aquí hay mucha crianza y se cría bueno. Lo que yo consumo aquí es solo del país”, indicó Eugenio “Junior” Colón, quien ha operado el Restaurant­e y Lechonera El Pino por más de 50 años.

En temporada regular él compra entre 10 y 12 lechones enteros semanales, preparados para asar a la varita. Los compra a tres o cuatro suplidores y los refrigera en neveras especiales en las que en temporada alta puede acomodar hasta 100 cerdos.

Similar dinámica describier­on Yubetssy Toledo, propietari­a de Angelito’s Place, y Santiago Aponte, encargado de Lechonera El Lago.

“Nosotros no compramos cerdos americanos para nada”, afirmó con total tranquilid­ad Toledo, cuyo negocio familiar tiene más de 25 años.

“Se ha comentado (lo de la enfermedad), pero como nosotros trabajamos con cerdos del País...”, dijo Aponte.

Los consumidor­es, por su parte, se mostraron fieles a las morcillas, el cuerito y el lechón. “¡Como quiera nos lo vamos a comer!”, juró Raquel García, bocado en mano.

Otros, como José Ortiz, recabaron al Gobierno ayudar a los criadores locales a enfrentar el aumento en los costos de operar sus granjas. “Las granjas no pueden solas”, advirtió.

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“VENGO BIEN tranquila porque sé que los lechones que tienen son criados aquí (en Puerto Rico)”, expresó Mary Díaz (arriba), clienta de Angelito's Place. Al lado, escena de la Lechonera El Lago, en Trujillo Alto.
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