Validan derechos a parejas gay
Medicare eliminaría penalidad. Prohiben discrimen en los asilos.
Poco a poco se revelarán los programas federales en los que habrá beneficios concretos para las parejas gay como resultado de la decisión del Tribunal Supremo estadounidense sobre la Ley DOMA. Y el Medicare es uno de ellos.
Recientemente, el Tribunal Supremo invalidó la parte de la Defense of Marriage Act (DOMA) que define el matrimonio, para fines del gobierno federal, únicamente como la unión entre hombre y mujer. A raíz de eso, el presidente, Barack Obama, ordenó la revisión de las más de 1,000 leyes y reglamentos federales que puedan menoscabar los beneficios de los matrimonios homosexuales.
Aunque el matrimonio entre parejas del mismo sexo no es legal aquí, expertos han dicho que será inevitable que parejas casadas en otras jurisdicciones pero que residen aquí reclamen beneficios que otorga el gobierno federal.
Uno de ellos, el Medicare, adelantó que iniciará un análisis legal para extender a las parejas casadas gay los mismos beneficios que tienen los matrimonios heterosexuales. Aunque el proceso recién inicia, ya se avista el beneficio que podría traer.
Uno de ellos es la eliminación de una penalidad que pagan si solicitan tardíamente la Parte B del Medicare, que cubre servicios ambulatorios y que hay que solicitar porque su aplicación no es automática.
Se supone que las personas son elegibles para solicitar el Medicare al cumplir 65 años o a los dos años de recibir servicios por incapacidad o por una condición crónica del riñón por la cual cogen diálisis. Tienen ocho meses para inscribirse después de esos eventos.
Actualmente, la ley permite que una de las personas de un matrimonio heterosexual permanezca con los beneficios del plan de salud de su pareja, aunque sea elegible para Medicare Parte B, sin consecuencias.
Sin embargo, en una pareja gay, si una de las partes está cubierta bajo el
plan médico de su pareja y decide mantenerse así aún después de ser elegible para Medicare, tiene que pagar una penalidad que equivale al 10% por cada año que ha pasado desde que fue elegible, explica Myrna Pérez asesora en temas del Seguro Social y Medicare.
Muchas veces, deciden no solicitar Medicare porque su plan privado es más comprensivo y porque la Parte B cuesta $100 al mes.
Sin embargo, si en algún momento necesitan suscribirse a ese programa federal, sufren la penalidad.
“Algunos estados tienen la 'Common-Law Marriage', mediante la cual reconocen parejas que viven juntas y no se han casado pero po- drían casarse en algún momento, para fines de gozar de derechos como cónyuges, divorciados o viudos. El año pasado había como 13 estados que tenían esa ley. A lo mejor, se van por esa línea de que, en los lugares donde el matrimonio gay es legal, se apliquen (los beneficios), que es lo que han hecho con la 'Common-Law Marriage'”, explicó Pérez. “Pienso que el Seguro Social (y el Medicare) se van a ir por esa línea”.
Defienden visitas en asilos
De hecho, ya antes de que el Supremo federal invalidara la parte de DOMA que discrimina contra las parejas gay, el Departamento de Salud de Salud y Servicios Humanos federal había dado un paso al frente. En 2010, la agencia emitió una orden para que todos los hospitales que recibían fondos federales extendieran los derechos de visita a las parejas de los pacientes homosexuales hospitalizados. La regla se hizo luego de que el personal de sala de emergencia de una institución en Florida le prohibió las visitas a la pareja de una mujer que estaba muriendo.
Un año después, en 2011, los Centros para los Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) delegó en los estados el poder de extender los mismos derechos de parejas heterosexuales a sus pares homosexuales cuando una de las partes esté en un centro de cuidado de larga duración (asilo). Sin embargo, muchas instituciones actuaron como si la regla solo aplicara a los hospitales.
Por eso, y tan reciente como el 28 de junio, CMS divulgó una nueva guía para clarificar esa regla con el fin de asegurar que las personas gay tengan el mismo derecho de visitar a sus parejas cuando estén en una institución, sin importar si están casadas legalmente o no. La regla aplica a todas las instalaciones de este tipo que reciban fondos de Medicare o de Medicaid, incluyendo asilos, “nursing homes” y hospicios.
“Hay pocos momentos en la vida de una persona en que está tan vulnerable como cuando está en un hogar de salud o en un hospicio. Negarle acceso a las personas queridas en ese preciado momento es devastador y esta guía le asegurará a los pacientes LGBTT, particularmente a los LGBTT ancianos, que su familia no volverá a enfrentar esta desgarradora discriminación”, dijo recientemente la directora de política del Centro Nacional para los Derechos de las Lesbianas (NCLR), Maya Rupert.