Glamping, ¿qué es eso?
El ‘glamping’, forma abreviada para referirse al camping glamoroso, crece en popularidad
Adiós mosquitos. Una opción de turismo ecológico, rústico y glamoroso crece en popularidad. Es el ‘glamping’ o camping glamoroso, que está alejando al mundo del camping del estereotipo de “aventura azarosa”, caracterizada por la abundancia de insectos, la proximidad de animales salvajes, las tormentas repentinas, las tiendas de campaña con goteras, las bolsas de dormir malolientes y la comida o el aseo deficientes.
Hasta los otros días el ‘glamping’ era una opción turística más bien desconocida hasta que la famosa actriz Scarlett Johansson y su exflamante marido, Ryan Reynolds, decidieron pasar su luna de miel acampados, pero no en un camping cualquiera sino en un ‘glamping’ de los de más elevado nivel -Clayoquot Wilderness Resort-, un asentamiento de lujo, perdido en los bosques del Canadá.
Hasta ahora para disfrutar de la naturaleza, respirar aire puro y pasar un fin de semana de paz y tranquilidad, las opciones más habituales eran el camping o acampar al aire libre. Ambas prácticas permitían alejarte de la ciudad, huir de la contaminación y aparcar las preocupaciones. El único problema que presentaban estas formas de turismo eran la falta de glamour, la obligatoriedad de dormir en lugares incómodos y la imposibilidad de mantener una higiene completa.
Pero eso se acabó. Con la llegada del glamping, el camping y la montaña cobran valor y sofisticación. Las tiendas de campaña se dotan de todas las comodidades de un hotel de lujo y se pueden instalar en cualquier parte. Algunas de estas instalaciones son fijas y se encuentran en medio de la Naturaleza o son móviles y se instalan según las preferencias del viajero.
UNA TENDENCIA MUNDIAL
Esta forma de viajar ha comenzado a abrirse espacio en países como Indonesia, África, Argentina, Chile, España, Alemania, Australia, Canadá y América Latina.
Y es que la iniciativa es de lo más interesante. Tiene como base el hospedaje en espacios rústicos de bajo impacto ambiental, ya sean tiendas de campaña, domos o ‘containers’ situados al aire libre. Una manera diferente de conjugar lo silvestre y natural de un camping, con los servicios y prestaciones de primera categoría que ofrecen habitualmente los hoteles cinco estrellas.
LUJO AL AIRE LIBRE
Los complejos ofrecen desayunos y paquetes de pensión completa, en los que se incluyen platos a base de productos orgánicos. Cuentan con servicios de mucama, ropa blanca, jacuzzis, piscinas y baños con agua caliente. El itinerario incluye también actividades de trekking, escalada, kayak, rafting, pesca o cabalgatas en sitios de gran belleza natural.
La gran ventaja para el viajero es que al llegar al destino elegido, encuentra su gran carpa preparada y lista para disfrutar. Incluso, algunas de las propuestas de ‘glamping’ poseen hogares con leña en su interior como calefacción natural, con el fuego recién encendido. Los valores de este tipo de viajes, distan mucho de los habituales en un camping, ya que las tarifas diarias por persona varían entre $100 y $700.
Entre las ventajas de unas vacaciones de lujo al aire libre se cuenta el respeto al medio ambiente. La construcción de un edificio, ya sea hotel o cualquier otro tipo de complejo hotelero, en plena naturaleza causa un mayor impacto ecológico que una yurta -tienda india- o un bungalow de quita y pon. Los recursos y la energía gastada para ello disminuyen.
En muchas ocasiones, estos alojamientos de ‘glamping’ son fruto del reciclado de antiguas caravanas, de carruajes o incluso de antiguos vagones de tren, que en muchos de los casos, acabarían siendo basura inservible. Por tanto, te ahorras la molestosa tarea de montar la tienda de campaña, con sus palos y sus telas, ya que estos ‘lodge’ ya están montados.
Esta práctica, además, te acerca a lugares naturales alejados del mundanal ruido al que estamos acostumbrados en las grandes ciudades. Por eso, el descanso y el relax están asegurados. Aunque algunos pueden creer que esta práctica les resulta aburrida, la verdad es que se puede complementar con deportes como el senderismo, montar en bici de montaña, piragüismo, puenting, rafting, hacer un safari, pescar o cualquier otra actividad al aire libre.
SERVICIO DE CINCO ESTRELLAS
Desde 2009 el volumen de búsquedas en Google del término ‘glamping’ se ha doblado anualmente. Gran Bretaña es uno de los países que mayor número de estas experiencias aglutina con Estados Unidos.
Si la campiña inglesa se puebla de tiendas propias de las mil y una noches, la selva africana compite en lujo con safaris que suelen rondar los 600 euros la noche. En Noruega, el Canvas Hotel combina deportes de aventura con el ‘glamping’, por un precio que ronda los 350 euros por noche y yurtas con sauna y restaurantes. En territorio americano hay alternativas que incluyen hasta mayordomo. Clayoquot Resort en Canadá tiene tiendas de lujo que llegan a precios de más de 1,000 euros la noche si se solicita la asistencia de servicio personal.
El mercado español ha ido creciendo de manera paralela en los últimos dos años. Hoopoe Yurt Hotel, en plena sierra de Grazalema, es uno de estos emplazamientos gestionados por extranjeros que ofrece yurtas por un precio medio de unos 130 euros la noche.